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Si pierdes tu trabajo, recuerda esto…
Encontramos en LinkedIn un artículo que versa sobre el empleo y la importancia que toma en nuestras vidas el tener una labor que desempeñar. Desgraciadamente y, sobre todo en los tiempos que corren, mucha gente se está enfrentando a una de las situaciones más estresantes de la vida: ser despedido. Aunque después del «sofocón» inicial viene la fase más dura, la depresión emocional, en este artículo dan una serie de consejos para que no te vengas abajo:
1 – Tu mayor éxito
Cuenta el autor del artículo lo siguiente: «Cuando tenía 10 años, mi padre consiguió trabajo como soldador y mantenimiento en un fabricante de cintas transportadora. El trabajo duró y él aprovechó al máximo su oportunidad, consiguiendo ascender muy rápidamente. En aquel momento yo era adolescente y él viajaba por todo el mundo. Pasaba largo periodos en Chile y Alemania y tenía amigos por todas partes.
Esos fueron los mejores años, laboralmente hablando, de mi padre. Yo no lo culpo (sentirse importante actúa como una poderosa droga). Financieramente fueron los mejores años para nuestra familia, pero no para nuestra relación de padre-hijo. Después el perdió su trabajo».
2 – Tu momento más bajo
«Mi padre no volvió a tener un empleo regular y constante durante los siguientes 15 años. No fue por ninguna demanda económica o falta de talento. Es el ingeniero más talentoso que he visto nunca. Pero cuando perdió su trabajo, perdió una parte de sí mismo y cuando sientes que has perdido una parte de ti, la búsqueda para encontrar la pieza que te falta puede llevarte a lugares muy oscuros, que fue lo que le pasó a mi padre».
3 – Recuerda que todavía estás aquí
No existe un buen consejo sobre qué poner en el CV cuando existe un periodo de paro. «Lo único que puedo decir es que si pierdes tu trabajo, no te pierdas a ti mismo».
4 – Moraleja
La mejor parte de ti, aquella por la que serás recordado, normalmente no tiene nada que ver con tu trabajo. Aunque debes hacerlo lo mejor posible en el ámbito laboral, que no se quede con lo mejor de ti.
Tienes que darte cuenta de que puede que nunca vuelvas a esa época en la que tuviste éxito. Es difícil imaginar las circunstancias que te pusieron allí y que hicieron posible que aquello sucediera. Pero que una vez ocurriera, no significa que vaya a regresar.