España se sitúa en el puesto 30 del Índice Global de Competitividad del Talento

Ante la gran competencia a nivel mundial en la búsqueda de los mejores candidatos, el talento se ha convertido en la nueva divisa de la economía global. Según Patrick De Maeseneire, CEO del Grupo Adecco, «el mundo desarrollado se enfrenta a una gran escasez de personal cualificado».

Por todo ello, las compañías en su afán de mejorar, buscan retener y cultivar el talento más valioso, para mantener el ritmo de los rivales o consolidar su liderazgo. Debido a esto, Adecco ha creado el Índice de Competitividad del Talento Global (GTCI), un estudio exhaustivo orientado a la resolución de los problemas relativos a la competitividad.

El índice analiza la capacidad de los países para gestionar el talento a través de la atracción, crecimiento y retención de éste. De esta forma, los primeros puestos del ranking están dominados por países europeos, solo cuatro de las diez primeras posiciones las ocupan países no europeos: Singapur (segunda), Estados Unidos (cuarta), Canadá (quinta) y Australia (novena posición).

España ocupa el puesto 30 del ranking de los 93 países analizados, por debajo de países como Letonia, Chile, Eslovenia o Qatar. Contando sólo países europeos, nuestro país ocupa la posición 19, estando muy por detrás de otros países de renta alta de Europa Occidental.

Sin embargo, España presenta un buen comportamiento en Crecimiento y Retención, ligeramente por encima de la media europea y similar a los países de renta alta en general, lo que significa que España es un buen país a la hora de desarrollar su propio talento. Lo que afecta negativamente a nuestro país es que carece de un marco regulador y de mercado adecuado que promueva la competencia, la innovación y los negocios.

Uno de los aspectos en los que España sobresale con respecto al resto de países analizados es en la calidad de las escuelas de negocios. España ocupa el puesto 4, solo superada por Suiza, Bélgica y Reino Unido. Por otra parte, se indica que el 82,62% de la población activa española se dedica al sector servicios.