El poder de la tecnología USB-C

Todavía recuerdo la primera vez que supe del estándar de conexión USB. Era la versión 1.1 y por aquellos tiempos estaba acostumbrado al cable serie de la impresora, otro puerto serie para el módem, un cable paralelo para el escáner, ratón y teclado PS/2… muchos conectores. Y tenía buena pinta eso de un estándar de conexión para múltiples dispositivos, y que además era plug&play (enchufar y usar) ¿sin problemas de puertos e interrupciones (IRQs)? ¿En serio? ¿El futuro había llegado? Sí, aunque con algunos problemas iniciales, que fueron solucionados en posteriores revisiones del estándar, y con un apoyo cada vez más generalizado por parte de los fabricantes de hardware y dispositivos, en pocos años USB se convirtió en el estándar de interconexión de dispositivos.

Ahora, años después, no sólo ha mantenido su supremacía en lo que se refiere al mundo de los ordenadores, sino que ha extendido su supremacía a televisores, equipos de sonido… incluso coches. USB ya no es un estándar de conexión para ordenadores, sino un estándar de conexión para transferencia de datos y de electricidad. Y precisamente en esa dirección sigue evolucionando, como podemos ver con su última versión hasta el momento, USB-C.

El nuevo estándar lleva un tiempo, claro, enfrentándose a algunos problemas. Parte de ellos está relacionada con agujeros de seguridad, y otra con la producción de cables y adaptadores de baja calidad. En el primero de los casos, evidentemente es necesario que se introduzcan mejoras que eviten dichos problemas, y en el segundo, gran parte de la responsabilidad recae, desgraciadamente, en los propios usuarios, que deben evitar los cables «demasiado baratos», puesto que es bastante probable que no cumplan las condiciones de seguridad necesarias. A este respecto, Amazon ha dado un paso de gigante al incluir, en su lista de productos prohibidos para todos aquellos que venden a través su plataforma, los cables USB-C de mala calidad. Y aquellos vendedores que se salten la prohibición, se exponen a ver sus tiendas (dentro de Amazon) cerradas.

Por su parte, los responsables del estándar están trabajando para mejorar la seguridad relacionada con la autenticación, con el fin de evitar los riesgos de dispositivos malintencionados. Para tal fin, se está trabajando en las certificaciones, con la intención de que sólo aquellos dispositivos avalados por un certificado que reconozca su legitimidad tenga acceso completo a las posibilidades que ofrece la conexión, mientras que aquellos que no cuentan con esa identificación que valida su seguridad, se tengan que conformar con un acceso más limitado.

Imagen: Griffin Technology