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Palmer Luckey, fundador de Oculus, a juicio

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Palmer Luckey

Si ayer mismo te contábamos que Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, se veía en la desagradable situación de tener que testificar frente a un tribunal. Hoy ha sido el turno de Palmer Luckey, fundador de la compañía creadora de Oculus Rift, por la supuesta utilización no autorizada de tecnología propiedad de ZeniMax, concretamente de uno de los sistemas de realidad virtual para el mercado doméstico más populares, y que ha tenido unas gran importancia en el desarrollo y la proliferación de este tipo de sistemas, según informa hoy Cnet.

La historia tiene un origen lejano, concretamente 1993, un momento en el que el programador John Carmack creaba uno de los juegos más importantes de la historia del PC: el mítico Doom. El juego, junto con toda su propiedad intelectual relacionada quedó en manos de id Software, responsable también de otros títulos clásicos como Quake y Duke Nukem. Con el paso de los años ocurrieron dos cosas: Carmack abandonó la compañía y esta fue adquirida por ZeniMax. Y lo que la aclara o complica todo es que, tiempo después, Carmack se convirtió en empleado de Oculus, antes de que Facebook adquiriera la compañía.

Así, ZeniMax afirma que Carmack empleó parte de la tecnología que desarrolló para la creación de sus títulos para id Software, y que por lo tanto la propiedad intelectual de la misma le pertenece, por lo que cualquier uso debe estar sujeto a autorización previa, algo que Oculus no habría obtenido. La empresa y sus directivos, por su parte, niegan haber empleado tecnología alguna de ZeniMax en el desarrollo de Oculus Rift, e incluso Zuckerberg, durante su comparecencia, llegó a afirmar que es común que en grandes adquisiciones de este tipo aparezcan terceras empresas que intentan hacerse con parte del pastel.

Luckey, por su parte, insistió en este punto (que Oculus no ha empleado tecnología desarrollada por Carmack en id Software), al tiempo que afirmó que él y Carmack tuvieron muy poca relación durante el desarrollo de Oculus Rift. Algo que, por otra parte, resulta un tanto extraño, dado el altísimo perfil del programador, así como su enorme popularidad en el sector de los juegos. Además, su rol en la compañía no es el de desarrollador, ni siquiera responsable de proyecto, en realidad forma parte del equipo directivo como CTO.

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