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Yoigo y ByMovil, la odisea de los franquiciados

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Hasta hace algunos años, cualquier calle de más de tres manzanas contaba con, al menos, un distribuidor de telefonía móvil asociado a algún operador. Durante un tiempo, estos negocios, muchos en modalidad de franquicia, fueron la apuesta de muchas personas que optaron por realizar una inversión y, a cambio, autoemplearse en sus propios negocios. Sin embargo, debido a diversos factores como la crisis económica y el «declive» del mercado de la telefonía móvil, ya lejos de los índices de crecimiento que experimentó durante sus primeros años, hace tiempo que dejó de ser la gran oportunidad de hace algunos años. Esta circunstancia ha provocado el cierre de muchos de esos distribuidores, pero según informa El Confidencial en el caso de Yoigo hay una razón más: el problema de los franquiciados con ByMovil, el interlocutor entre la teleco y los emprendedores.

Y es que, con el cambio de mes, decenas de distribuidores de Yoigo cerrarán sus puertas por un cambio en el contrato impuesto por ByMovil a los franquiciados que estos se niegan a aceptar, puesto que las condiciones del mismo parecen arbitrarias, y algunas de ellas, según los propios franquiciados, parecen estar definidas específicamente para forzar el cierre de las tiendas. Todo comenzó en marzo, cuando ByMovil remitió un burofax a las franquicias, en el que se informaba a los empresarios de la rescisión del actual contrato, con fecha 30 de junio de 2017. El problema llegó cuando la empresa responsable de las franquicias, que intermedia entre Yoigo y los franquiciados, y es que, por ejemplo, se ha añadido una cláusula en a que se supeditan sus comisiones en base a unos objetivos, pero en dicho texto no se aclaran ni dichas comisiones ni el método que se empleará para calcularas.

Además, también se indica que se podrá cerrar la tienda si esta no alcanza los objetivos marcados para la misma durante dos meses seguidos. Y el problema es que, como todos estos valores son variables, si ByMovil quiere que se cierre una tienda tan solo tendrá que poner unos objetivos inalcanzables y, en dos meses, el franquiciado puede verse obligado a cerrar su tienda, sin recibir indemnización alguna por ello. Y es ahí, precisamente ahí, donde podría encontrarse la clave del cambio en el contrato: la empresa solo tendría que indemnizar a los franquiciados, si exige el cierre de las tiendas de manera arbitraria. Por eso, las condiciones del nuevo contrato, podrían dar a ByMovil el instrumento necesario para poder cerrar «justificadamente» las tiendas que desee, sin tener que desembolsar dinero por ello.

La principal queja de los franquiciados, junto con la actitud y los términos impuestos por ByMovil, es que no tienen la posibilidad de ponerse en contacto directamente con Yoigo, que traslada todas las relaciones con los distribuidores a la compañía que gestiona las franquicias. Además, critican que el servicio de venta telefónica y la web del operador cuenta con ofertas con las que ellos no pueden competir, e incluso afirman que, en algunas ocasiones, el servicio de venta telefónica les ha llegado a «robar» clientes a los que ellos estaban atendiendo en sus tiendas.

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