Microsoft tiene un problema con Xbox One, y Nintendo lo pone en evidencia

El gigante de Redmond ha cometido muchos errores con Xbox One, una consola de nueva generación que llegó al mercado con una potencia inferior a PS4, un accesorio impuesto (Kinect) que engordaba su precio en 100 dólares frente a la consola de Sony y un catálogo de juegos exclusivos poco interesante.

Aunque es cierto que poco a poco Microsoft ha ido aprendiendo de los errores cometidos con Xbox One y que ha hecho lo posible para volver al buen camino lo cierto es que la compañía tiene un problema muy grande con su consola, y Nintendo Switch ya lo está poniendo en evidencia.

Las últimas cifras que hemos podido ver indican que se han vendido alrededor de 41 millones de consolas Xbox One (en todas sus versiones) desde su lanzamiento, una cifra que queda muy por detrás de los casi 77 millones de unidades que ha registrado PS4.

Esas ventas se han conseguido en un periodo aproximado de cuatro años, así que podemos decir que de media Microsoft ha vendido alrededor de 10 millones de Xbox One al año. No es un mal resultado, pero Nintendo Switch ha logrado vender 14 millones de consolas en menos de diez meses, una cifra que confirma el gran interés que ha generado la consola y que según los analistas podría permitir a la nueva consola de la gran N superar a Xbox One en menos de dos años.

Si esto se confirma Xbox One acabará por detrás de Nintendo Switch en ventas y será la gran perdedora de la nueva generación, un problema al que Microsoft no ha sabido dar solución de momento y es normal, ya que no tiene una salida sencilla.

Han surgido rumores que apuntan que la compañía de Redmond podría comprar a firmas como EA o incluso a Valve para dar un impulso a su división Xbox pero es muy poco probable. Salvo sorpresa todo apunta a que Xbox One cerrará generación sin grandes cambios y con una lección importante que Microsoft debería tener clara para Xbox Two; la importancia de los juegos exclusivos, la potencia de la consola y del precio de lanzamiento.