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Plan de carrera: cómo convertirse en CIO

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Uno de los puestos más demandados en muchas organizaciones es el del CIO. Sobran las razones. En un momento en el que la transformación digital se ha convertido en mantra para muchas empresas, el valor del CIO y su remuneración económica se ha disparado en los últimos años. ¿Pero qué hace falta para convertirse en CIO? ¿De qué se ocupa exactamente y qué preparación hay que tener?

Con «Plan de Carrera: cómo convertirse en CIO» inauguramos en MCPRO un serial de reportajes en el que analizaremos el papel que juegan los principales perfiles técnicos en las grandes empresas, qué se espera de los mismos y cuáles son los principales desafíos a los que tienen que ser capaces de responder.

¿Qué es un CIO?

Antiguamente conocido como director de sistemas, el CIO (Chief Information Officer) es el responsable de los sistemas TIC de una empresa a nivel de procesos y desde el punto de vista de la planificación.

El CIO se encarga en este sentido de identificar cuáles son las tecnologías que más interesan dentro de una organización, de qué forma se alinean con la estrategia de negocio de la misma y cómo ayudan a cumplir con los obetivos estratégicos de la compañía.

¿Cuáles son sus responsabilidades principales?

En primer lugar, el CIO es un líder empresarial que tiene que tomar decisiones ejecutivas relativas a la compra de equipos IT y el desarrollo de nuevos sistemas.

Además es el encargado de diseñar la estrategia IT de la compañía así como de la política IT que se aplica dentro de la organización. Otras responsabilidades incluyen la dirección de los recursos humanos del área técnica de la empresa (ejerciendo por ejemplo labores de recruting) y la gestión del prespuesto de su área IT.

A nivel práctico esto se traduce habitualmente en que los CIOS tienen la responsabilidad de dirigir el análisis de los procesos empresariales existentes, identificar y desarrollar la capacidad de utilizar nuevas herramientas, o incluso remodelar la infraestructura física de la empresa (por ejemplo en su acceso a la Red).

Un ejemplo clásico de todo lo anterior podría ser dirigir la implementación de un nuevo ERP en la compañía, una decisión que por su trascendencia, afecta a la mayoría de sus departamentos. La importancia que en los últimos años han experimentado las TIC en los procesos de negocio de las empresas ha conllevado que en muchos casos el CIO sea un componente estratégico en la junta directiva de la organización, clave en la formulación de sus grandes objetivos, trabajando codo a codo con el CEO.

¿Qué formación y habilidades tiene que tener?

El rol del CIO combina tanto los aspectos técnicos que son inherentes a una posición técnica, con los de gestión de negocio. En este sentido resulta muy habitual que muchos CIO combinen una carrera técnica tradicional (informática, telecomunicaciones, sistema de la información, etc.) con cursos de posgrado como un MBA (Master of Business Administration) o un MSM (Master of Science in Management).

En los últimos años sin embargo, algunas escuelas de negocio y universidades han diseñado títulos específicamente orientados a la formación de CIOs. La univerisdad Camilo José Cela por ejemplo ofrece desde hace unos años su «Máster en Dirección de Sistemas de la Información» y la escuela de negocios IDE-CESEM ofrece su «Master Executive en Dirección y Gestión de Tecnologías de la Información (TI)».

Pero más allá de la formación propia de un puesto que combina un aspecto técnico con otro de claro liderazgo empresarial, al hablar del papel del CIO resulta más interesante de hablar de competencias y de cómo debe responder a los principales desafíos que se le presentan. En este sentido, Deloitte identifica 10 desafíos fundamentales a los que el CIO tiene que dar respuesta en la organización:

  • Dar valor al accionista: entendiendo el rol que el TI juega en la creación o la destrucción de valor. ¿Cómo? Mejorando el ROI de la compañía desde el área técnica, invirtiendo en los proyectos y activos que tengan las mayores posibilidades de generar retorno y deteniendo aquellos que no agreguen valor.
  • Colaboración con otras áreas del negocio: Para ello el CIO deberá identificar claramente el rol del TI, analizar las oportunidades y las amenazas que afectan al negocio, alinear el gasto con las metas de la empresa e incluir a TI en la toma de decisiones.
  • Gobierno efectivo: Una de sus grandes responsabilidades es la gestión de personas. Un gobierno efectivo encuentra un equilibrio entre varias necesidades en conflicto (autonomía vs. control, aspiraciones estratégicas contra necesidades tácticas, etc.)
  • Integración del negocio: La integración entre el negocio y el área IT crea alineación entre procesos, sistemas, datos e infraestructura, construyendo una plataforma estándar que facilita la gestión de nuevas oportunidades de negocio.
  • Aprovisionamiento y finanzas: No sólo en la gestión financiera del departamento, sino desarrollar capacidades para identificar qué se puede externalizar o definir una estrategia clara de aprovisionamiento.
  • Medir el desempeño: La medición efectiva del desempeño permite a una organización evaluar objetivamente el nivel de éxito o fracaso de las inversiones en TI. También consigue que los equipos de trabajo entreguen proyectos que ofrecen mejores resultados.
  • Seguridad: Aunque el papel de «securizar» la compañía recae fundamentalmente sobre el CISO (chief information security officer), el CIO debe definir las grandes decisiones estratégicas, teniendo en cuenta por ejemplo el nivel de riesgo y su coste o definiendo qué nivel de riesgo es aceptable para la compañía.
  • Legislación: Tras la aprobación de la GDPR, el CIO asume un nuevo papel a la hora de gestionar y proteger los datos que forman parte de la organización. Además debe supervisar el cumplimiento normativo de las reglas que afectan directamente a TI.
  • Desarrollo de talento: Como hemos visto, una de las grandes responsabilidades del CIO es ser capaz de atraer el mejor talento te?nico a la organización. Además debe ser capaz de fidelizar los perfiles más atractivos e incentivar la formación y el desarrollo de nuevas habilidades en su equipo.
  • Servicio al cliente: Más allá del apartado técnico, el CIO debe considerar toda la cadena de valor, conociendo a sus clientes, administrando tanto oferta como demanda, sabiendo cuándo hay que decir «no» y atendiendo a los clientes más importantes.

Hasta aquí, nuestro especial «Desarrollo de carrera: cómo convertirse en CIO». En las próximas semanas analizaremos otros perfiles clave en la infraestructura técnica de la organización, como pueden ser el CTO o el CISO. ¡No os lo perdáis!

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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