Comienza el juicio contra Qualcomm que tanto temían los inversores

Hoy es el gran día, arranca el juicio que Apple, arropada por algunos de sus socios, ha emprendido en San Diego contra Qualcomm, compañía que logró convertirse en una de las tecnológicas más importantes del mundo gracias a la popularidad que adquirieron sus SoCs Snapdragon, y también a su enorme portafolio de patentes.

Y hablando de patentes, de eso precisamente versa el proceso contra Qualcomm. Apple ha acusado a la compañía de San Diego de adoptar unas prácticas abusivas hasta el punto de llegar a un nivel que califican de «impuesto» injustificado a la compra de un producto en concreto: los módems que la compañía de la manzana utiliza en sus principales productos.

Os ponemos en situación de una manera sencilla. Apple utiliza módems en sus iPhone, iPad y Apple Watch para ofrecer conectividad a Internet a través de redes 4G. Dichos módems no pueden desarrollarse sin una serie de patentes que son propiedad de Qualcomm, y que obviamente requieren de una licencia que implica el pago de una cantidad de dinero determinada.

Apple había aceptado esa realidad hasta que decidió que las cantidades que pedía Qualcomm eran demasiado elevadas, y alineó a su lado a una buena parte de la industria que dejó de pagar licencias a la compañía de San Diego. Se estima que esto habría representado para Qualcomm una pérdida de más de 7.000 millones de dólares en ingresos.

La compañía de la manzana considera que las prácticas que utiliza Qualcomm son abusivas porque establece la obligación de firmar un acuerdo previo al suministro de sus chips, lo que supone que podría cobrar dos veces por las mismas patentes, una en el acuerdo y otra cuando se produce el envío de chips.

Este proceso judicial va a ser uno de los más complejos del mundillo tecnológico y su resultado podría comprometer seriamente la posición de Qualcomm. No hablamos sin motivos, como vimos en este artículo una derrota podría obligar a la compañía a tener que cambiar por completo el modelo de negocio centrado alrededor de sus patentes, una importante fuente de ingresos para el gigante del SoC. Si esos cambios acaban siendo muy drásticos el valor de la compañía podría caer hasta en un 50%.

Apple ha pedido una compensación de 27.000 millones de dólares en daños y un cambio en las prácticas de Qualcomm, mientras que la firma de San Diego solicita el pago de 15.000 millones de dólares en daños.