Tesla o Microsoft: ¿quién será el próximo inquilino del edificio Axis de Colón en Madrid?

En el número 1 de la Plaza de Colón de Madrid hay un edificio muy singular que por ahora permanece vacío y de reforma, pero que ya atrae el interés de varias empresas de cara para instalarse en él cuando estén terminadas. Se trata del edificio Axis, que comercializa la gestora CBRE y que se caracteriza por el impactante diseño de su fachada, en cristal y barras de acero inoxidable trenzadas. Y las que más suenan como inquilinas son dos tecnológicas, según El Confidencial: Tesla y Microsoft.

Muchos rumores apuntan a que la compañía que vencerá en la puja por el alquiler del edificio, que cuenta con semisótano, planta baja y otras tres en altura; será la primera. Si lo consigue, tendrá un lugar privilegiado para situar una de sus tiendas de automóviles en pleno centro. Pero según varias fuentes, Tesla se ha quedado finalmente fuera de la puja, dado que la compañía anunció recientemente que no tenía planes de abrir nuevos concesionarios y que iba a ir cerrando la mayoría de sus tiendas.

Mejor colocada estaría Microsoft, cuya sede en España está situada en el Polígono La Finca de Pozuelo. El alquiler de esta sede, al parecer, vence este año, y la compañía se está planteando cambiar la localidad madrileña por la capital. En Microsoft, por ahora, sólo confirman que están analizando todas las opciones en relación con su sede, tanto mudarse como quedarse donde están.

Eso sí, esto no quiere decir que la compañía no esté interesada en alquilar este céntrico edificio para su sede. No obstante, aunque eso no suceda, es el favorito para instalarse en él, lo que le permitiría no solo tener oficinas, sino también con un espacio para realizar actividades o abrir una tienda con sus productos a pie de calle.

Todo gracias a que el edificio, que fue la antigua sede de Barclays hasta 2016, admite en su superficie tanto oficinas como actividades comerciales. De esta manera, se puede utilizar para abrir oficinas en sus plantas superiores y un espacio de uso comercial en su planta baja. Su reforma ha corrido a cargo del arquitecto Norman Foster, que ha optado por darle una estética rompedora, con grandes cristaleras y barras de acero inoxidable en sus paredes principales.

Cuenta con unos 3.900 metros cuadrados, que cuando concluya la obra de reforma del edificio, lo que está previsto que suceda a finales de años, tendrá una fachada cuyo trenzado está diseñado para reducir el consumo de energía al mínimo. Además, en su azotea tendrá una terraza abierta al público.