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China y Estados Unidos están a punto de cerrar la primera fase de su acuerdo comercial

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La guerra comercial que libran China y Estados Unidos está cada vez más cerca de llegar a su fin. Hace cosa de una semana os contamos que ambos países se encontraban negociando un acuerdo que contemplaba diferentes fases que, en conjunto, nos llevarían al final del tira y afloja de subidas arancelarias que han mantenido ambos países, y hoy hemos podido confirmar que dichas negociaciones van por buen camino.

Ha sido la propia Administración Trump, a través de su asesor económico Larry Kudlow, la que ha confirmado que las negociaciones entre China y Estados Unidos siguen avanzando y que las perspectivas son buenas. Sin embargo, debemos tener en cuenta que esto no quiere decir que se vaya a producir un final súbito de la guerra comercial, nada más lejos de la realidad, como hemos indicado este será el primer paso, una primera fase que junto a otras nos llevarán a ese esperado final.

No hay duda de que dividir las negociaciones en fases y supeditar el final de la guerra comercial a la superación de todas ellas hace que alcanzar un acuerdo total parezca más complejo, pero lo cierto es que tiene un lado positivo, ya que facilita la superación de puntos concretos que son más sencillos y deja los más complejos en su propio espacio. Afrontar la guerra comercial como un todo sería más complejo que hacerlo por partes, así que al final la aproximación de China y Estados Unidos ha sido bastante acertada.

Volviendo a las negociaciones Kudlow ha dicho que todo va por buen camino, que se están reuniendo con regularidad y que están alcanzando un punto de encuentro con la representación china, aunque no se ha atrevido a ofrecer información concreta todavía, así que desconocemos los términos exactos de las negociaciones y lo que podría acabar dando forma a esa primera fase del acuerdo.

Aunque las perspectivas son buenas lo cierto es que incluso en las negociaciones se ha hecho patente un cierto tira y afloja entre ambos países que, sin duda, habrá acabado generando alguna tensión. Por ejemplo, Estados Unidos quiere que China reduzca el «robo» de propiedad intelectual e industrial, que deje de depreciar el yuan y que aumente sus importaciones de productos agrícolas estadounidenses, unas exigencias que Xi Jinping está empezando a cumplir de manera limitada, ya que el gobierno chino no hará concesiones, es decir, no dará nada sin recibir algo a cambio.

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