Las acciones de Tesla han subido un 400% en seis meses: ¿es una burbuja?

Durante los últimos seis meses las acciones de Tesla ha experimentado un crecimiento enorme que las ha llevado a alcanzar un pico máximo de 887,06 dólares por acción, una cifra que permitió a la compañía que dirige Elon Musk superar de largo los 144.000 millones de dólares de capitalización bursátil y que ha generado, a su vez, muchas dudas.

Los inversores que depositaron su confianza en Tesla están contentos, pero los analistas y los inversores más escépticos se preguntan qué está ocurriendo realmente. ¿Está justificada esa enorme subida en el valor de las acciones de Tesla o se trata de una burbuja que está llamada a explotar tarde o temprano? Es una buena pregunta, y en este artículo vamos a analizarla para darle una respuesta.

Si echamos un vistazo a los argumentos que esgrimen los grandes críticos de Tesla nos daremos cuenta de que se apoyan, principalmente, en la idea de las ventas y de los ingresos, y que realizan una comparativa directa con la compañía de Elon Musk para justificar sus opiniones negativas. Obviamente no es justo, Tesla es una empresa que ha apostado de pleno por el coche eléctrico y por los sistemas de conducción inteligentes, y está trabajando para desarrollar un catálogo completo de coches ubicados en diferentes rangos de precios.

Por contra, las grandes veteranas del sector del automóvil venden más coches, obtienen más ingresos, pero se encuentran afrontando una transición complicada hacia el coche eléctrico que supondrá, tarde o temprano, un coste importante y que acabará afectando de manera significativa a su situación. Concreto un poco por si no ha quedado claro, firmas como Volkswagen, Mercedes y BMW mantienen un cierto «status quo» mientras trabajan en segundo plano en la electrificación de sus coches, una realidad que Tesla ha afrontado y superado de manera directa.

La compañía de Elon Musk podría haber apostado por un enfoque híbrido, o incluso haber complementado el desarrollo de sus coches eléctricos con la comercialización de otros basados en gasolina. Este habría sido «el camino fácil», y el que le habría dado más ingresos a corto plazo, pero habría perdido su carácter disruptivo y no habría generado el mismo interés entre los inversores que tienen claro que el coche eléctrico es el futuro.

¿Y por qué ese enorme crecimiento en sus acciones? Porque Tesla está apostando por el futuro, y ese futuro es cada vez más evidente. Muchos países han dejado claro que en un plazo de entre 15 y 20 años prohibirán la venta de coches que utilicen combustibles fósiles, pero antes de llegar a ese final del trayecto habrá que recorrer un camino de reducciones y limitaciones que hará que ese tipo de vehículos vaya perdiendo valor de forma gradual.

Es ahí donde la subida que han experimentado las acciones de Tesla adquiere su máximo sentido. La compañía de Elon Musk apostó por una carrera de fondo donde lleva la delantera, y tiene la meta cada vez más cerca. Francamente no creo que estemos ante una burbuja, aunque esto no quita el hecho de que el valor de sus acciones pueda acabar fluctuando de una manera razonable.