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Renault baraja una escisión para diferenciar combustión y electricidad

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Renault

La ejecutiva de la compañía francesa está considerando ejecutar una división importante en Renault, que daría como resultado una separación de en dos unidades de negocio, una centrada en los motores de combustión clásicos (gasolina y diésel) y otra que girará alrededor de los motores eléctricos, según nos cuentan desde Reuters.

Es importante tener presente que Renault no es la primera empresa del sector del automóvil que ha barajado esta posibilidad, pero otros fabricantes de automóviles han decidido no llevarla a cabo porque creen que puede ser perjudicial para la unidad de negocio resultante que se centrará en los motores de combustión.

Renault parece menos reacia a esta división, principalmente porque sus resultados económicos son muy estables, y porque está considerando un plan de actuación bastante interesante. La compañía francesa dijo a los accionistas que la división de Renault totalmente eléctrica podría centrarse en Francia, y estar abierta a futuras asociaciones, mientras que la unidad de motores de combustión (y también híbridos) trabajaría fuera de Francia y también estaría abierta a asociaciones.

Es cierto que el coche eléctrico ha adquirido una popularidad cada vez mayor, y que esto ha permitido a empresas como Tesla vivir un momento dorado, pero no debemos engañarnos, los motores de combustión todavía tienen, para bien o para mal, unos cuantos años por delante. Los grandes jugadores del sector son conscientes de ello, y por eso la mayoría no ha dado un salto radical a favor del motor eléctrico.

Con todo, en Europa las presiones a favor del coche eléctrico son cada vez mayores, y Renault ha confirmado que quiere convertirse en la primera empresa del viejo continente en comercializar únicamente vehículos con motor eléctrico, un objetivo que podría cumplir, si todo va según lo previsto, en 2030.

Renault cerró 2021 con unos ingresos netos más altos de lo esperado, lo que superó las expectativas de los analistas y la colocó en una posición muy favorable. En total, la compañía francesa cerró dicho año con unos ingresos netos de 888 millones de euros, y también redujo sus costes fijos en 2.000 millones de euros entre 2019 y 2021.

Sus buenos resultados, y esa reducción de costes, han mejorado sus finanzas, y esto permitirá a Renault pagar los 4.000 millones de euros, que recibió como ayuda estatal durante la pandemia, a finales del año que viene. La fecha límite para saldar dicha deuda está fijada en 2024, así que la compañía francesa llegará con margen más que suficiente.

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