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Baterías extraíbles en los teléfonos inteligentes: la nueva propuesta de la UE a corto plazo

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Después de exigir el uso de puertos USB-C en la inmensa mayoría de los dispositivos electrónicos para ahorrar en costes y promover la universalidad y la comodidad de los usuarios, la nueva iniciativa de la Unión Europea pasa por garantizar un nuevo servicio a los consumidores, o mejor dicho, por exigir una premisa a los fabricantes; volver a las baterías extraíbles en los teléfonos móviles.

Desmontar el dispositivo móvil y extraerle la batería ante cualquier golpe o problema era una práctica muy común, haciendo de éste un producto accesible, versátil y manejable. Pero, en un momento concreto la tendencia cambió, la industria se revolucionó y las baterías dejaron de ser extraíbles.

Todo llegó de la mano de Apple en 2007. El nuevo modelo de iPhone presentaba pantallas multitáctiles, navegación web móvil utilizable y baterías no extraíbles. Y esto último se ha generalizado y, casi en la totalidad de los teléfonos que encontramos en el mercado, es un punto en común. ¡Pero la UE tiene un as en la manga y quiere cambiar las reglas del juego!

Aunque debe contar con la aprobación de la Comisión Europea, esta nueva ordenanza parece ir por buen camino. La última normativa relacionada con las baterías llegó hace tres años y medio, cuando se exigió a las industrias del sector reducir los desechos y la contaminación.

Ahora, el siguiente paso, es crear baterías que los consumidores puedan extraer y sustituir fácilmente.

Un proceso dificultoso

Seguro que alguna vez, de las múltiples en las que tu teléfono se te ha caído al suelo, has querido abrirlo, o al menos has tenido la tentación. Y seguro que también has fracasado en el intento.

Esto se debe a que la mayoría de los dispositivos de Apple, Samsung y Google precisan de la separación de los paneles de vidrio, derretir el adhesivo y extraer las baterías para poder reemplazar la celda. Hay empresas que ofrecen kits para abastecernos y hacer dicha operación nosotros mismos, pero corremos el riesgo de ocasionarle a nuestro teléfono móvil un daño irreparable y que, por consiguiente, luego el coste sea mayor al tener que llevarlo al servicio técnico o reemplazarlo por un modelo nuevo de fábrica.

Aunque hay defensores de la vuelta de las baterías extraíbles, las baterías integradas en los teléfonos inteligentes aportan uniformidad, elegancia y mayor potencia de carga a los dispositivos.

Los próximos siete años van a ser cruciales para la industria de los teléfonos inteligentes, pues la UE quiere revolucionar el mercado con objeto de contribuir a la comodidad de sus usuarios.

Por todo ello, la Comisión Europea pretende que para 2030 se obligue a todos los fabricantes de dispositivos electrónicos a ofrecer baterías reciclables, aunque ésta es una propuesta cuya viabilidad aún debe pasar por numerosos estudios antes de ponerse en circulación como normativa.

La llegada de las baterías portátiles por ley a la UE podría extenderse también al sector automovilístico. Los fabricantes de vehículos eléctricos se verían abocados a ayudar con el reciclaje y el intercambio de baterías de los vehículos eléctricos entre los conductores.

Como factor beneficioso de esta medida destacaría la reducción del impacto medioambiental y financiero de los vehículos eléctricos, precisamente en un momento en el que las regulaciones han incrementado estos inconvenientes.

Es cierto que estas reglas, en principio, solo afectarían a la UE, aunque habría que ver si las empresas estarían dispuestas a fabricar piezas de hardware separadas exclusivamente para el viejo continente.

No obstante, la pelota está ahora sobre el tejado del Parlamento Europeo, que podría adoptar el reglamento una vez que la Comisión ha formulado su propuesta.

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