Conecta con nosotros

A Fondo

Fin del soporte de Windows 10: alternativas y ampliación de actualizaciones en la UE

Publicado el

Fin del soporte de Windows 10: alternativas y ampliación de actualizaciones en la UE

Oficialmente, el soporte técnico para Windows 10 acaba de finalizar, y hoy es el primer día en el que Windows 10 no cuenta con él. Pero no en todas las regiones ha sucedido lo mismo. Mientras que fuera de la Unión Europea el sistema ya no contará con soporte ni actualizaciones de seguridad, con el peligro que supone no actualizar o cambiar de sistema, en la UE Windows 10, según Europa Press, va a contar con actualizaciones de seguridad durante un año más, por lo que el cambio no será tan urgente.

Así, los europeos podrán recibir gratuitamente nuevas actualizaciones para Windows 10 hasta el 13 de octubre de 2026, sin necesidad de pagar una cuota adicional para seguir haciéndolo ni tener mil puntos de Microsoft Rewards. Los usuarios que pueden acceder a él, que son los que cuenten con Windows 10 versión 22H2, habrán recibido ya un aviso en el sistema para que puedan acceder a estas actualizaciones, y tienen que dar de alta sus equipos para poder recibir las actualizaciones antes del día que finalizará el envío de actualizaciones, el próximo año.

Eso sí, es necesario tener en cuenta que este programa no cubre ni las actualizaciones de software que comporten nuevas funciones mejoras. Tampoco el soporte técnico. Ambas posibilidades acabaron ayer día 14 de octubre, y los que quieran acceder a estas funciones tendrán que actualizar su equipo a Windows 11.

Como hemos mencionado en numerosas ocasiones, no todos los equipos son compatibles con Windows 11. Este sistema tiene unos requisitos de hardware bastante exigentes, lo que ha provocado no pocas polémicas entre los usuarios de Windows, tanto consumidores como empresas. Básicamente porque la única opción que ofrece Microsoft a los afectados que no puedan instalar Windows 11 es comprar un equipo nuevo. Pagándolo de su bolsillo, claro. Aunque el ordenador que estén utilizando sea prácticamente nuevo.

¿A dónde ha llevado esto? A que muchos usuarios de Windows 10 decidan no actualizarse a Windows 11. Al menos hasta que no cambien de ordenador más adelante. Esto es un problema de seguridad tremendo, dado que al no actualizarse a partir de ahora (en el caso de los equipos de la UE a partir de un año), los equipos quedan desprotegidos ante futuras amenazas de seguridad.

Los que se resisten a moverse de Windows 10 no son pocos precisamente. Según Muycomputer, rondarían el 40% del total de equipos en todo el mundo. Es la consecuencia de intentar que cerca de 400 millones de equipos que no pueden actualizarse a Windows vayan a la basura para dejar paso a equipos nuevos con Windows 11, un sistema que por otro lado, no ha estado exento de polémicas por su escaso atractivo y la incorporación de funciones invasivas relacionadas con la IA.

Opciones para abandonar Windows 10: actualizarse o cambiar de sistema

Existen distintas opciones, no obstante, para quienes no estén convencidos de quedarse con Windows 10. La más habitual, aunque en no pocos casos se haya hecho a regañadientes, es actualizar a Windows 11 de forma gratuita. Es la más frecuente cuando los equipos cumplen los requisitos para pasar de la versión anterior del sistema a la nueva. Otros han aprovechado que sus ordenadores estaban ya casi al final de su ciclo de vida para cambiarse y han comprado otros con Windows 11 preinstalado.

Pero otros usuarios han aprovechado las dificultades planteadas por este cambio para cambiar de sistema, e instalar una de las distintas versiones de Linux disponibles en sus equipos. Con este cambio no solo han dejado atrás al sistema operativo de Microsoft, sino que además han conseguido alargar la vida de sus equipos. Prácticamente todas las distribuciones de Linux, desde Ubuntu o Debian a Mint, pasando por Elementary, Red Hat o SuSE, tienen unos requisitos de hardware mucho menos exigentes que Windows.

Además, al instalarlo, los usuarios comprobarán que en muchos casos sus equipos funcionan con más ligereza, o que no se calientan tanto como cuando utilizaban Windows. Tampoco se verán obligados a ver publicidad en el sistema, ni tendrán bloatware instalado. El sistema tampoco recogerá sus datos por defecto, ni tendrán que dar mil vueltas por menús y opciones de configuración para evitar posibles intrusiones de seguridad de Microsoft.

Linux es un sistema de código abierto y uso gratuito, y que funciona en cualquier equipo compatible con Windows 10, independiente de la distribución seleccionada, cada una con su interfaz de usuario, escritorio y tienda de aplicaciones. Se trata además de un sistema sólido y seguro, con gran variedad de aplicaciones y herramientas compatibles (y en muchos casos, también gratuitas, como la suite de ofimática LibreOffice).

Entre las más recomendables para usuarios novatos en Linux están Ubuntu y Mint. Esta última puede resultar más cómoda a quien viene de Windows, puesto que cuenta con distintos escritorios con diseño y configuración similar a los que están acostumbrados con el sistema operativo de Microsoft.

Algunos usuarios y empresas que no están tan decididas a pasarse a un sistema operativo open source han optado por cambiar completamente de entorno y pasarse a MacOS, el sistema operativo de Apple, lo que también conlleva la compra de un equipo nuevo, y no precisamente económico. Por eso se trata de un paso que han dado más en algunas empresas que a nivel de usuario final.

Otra de las opciones es pasarse a las solución de Google para PC: ChromeOS. Nuevamente, adoptar este sistema, requiere en muchos casos la compra de un equipo nuevo (Chromebook), aunque bastante más económico que los ordenadores de Apple. Este sistema, no obstante, es bastante limitado para ciertas actividades que requieran potencia de computación elevada. Pero en general, para equipos destinados a consumidor final, puede funcionar perfectamente.

Además de estas opciones, hay otras bastante menos conocidas y no aptas para todos los perfiles, como Unix, FreeBSD, FreeDOS e incluso OpenBSD. En estos casos hay que tener en cuenta que estos sistemas no suelen actualizarse con la frecuencia de otros, ni son de propósito general.

Algunos no cuentan ni siquiera con entorno gráfico, por lo que deben manejarse desde una línea de comandos. Esto hace que no sean aptos ni para todos los públicos ni para todos los fines para los que un usuario final, e incluso uno de empresa, necesitan o desean utilizar un ordenador. Así que, generalmente, las opciones más populares para abandonar Windows 10 para los que no desean utilizar Windows 11 sean pasarse a Linux o a MacOS.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

Lo más leído