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Retoque de fotos con Photoshop

Nuestras fotografías tienen vida después de la cámara. Aunque hayamos hecho una toma defectuosa y los colores no aparecen como debieran, no está dicha la última palabra. Podemos solucionar muchos de los problemas que aparecen en nuestras fotos gracias a las herramientas de edición de Photoshop y algunos consejos.

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Ajuste de niveles


En este primer capítulo vamos a
aprender a utilizar las potentes herramientas de Photoshop para
mejorar el aspecto básico de nuestras fotografías. El
objetivo es que tanto los colores como la iluminación queden
lo más naturales posible. En ocasiones las fotografías,
una vez tomadas y vistas en el ordenador, no se parecen a lo que
queríamos retratar, por lo que es necesario realizar ciertas
correcciones. El retoque fotográfico no hace milagros, si la
foto está mál iluminada o sobreexpuesta habrá
poco que hacer, pero sí podemos mejorar el aspecto de la
mayoría de nuestras fotografías siempre que sean de una
calidad acetable. En pocos pasos los resultados pueden ser
sorprendentes.

Brillo y contraste


Los ajustes más comunes son el
brillo y el contraste, ya que te permiten compensar las posibles
deficiencias de iluminación de la manera más sencilla.
Son controles que quizás ya hayamos utilizado en televisores
para mejorar la imagen, por lo que no serán del todo
desconocidos. Con tan sólo desplazar dos pequeños
deslizadores los colores cobrarán más vida y realismo.
Es quizás el proceso más sencillo e intuitivo, pero en
ocasiones puede ser tremendamente eficaz.

Abre la imagen, haz clic en el menú
Imagen, después en Ajustes y, por último,
en Brillo/Contraste. Desplaza los deslizadores hasta que la
foto recupere su esplendor perdido y se aprecien con claridad todos
los detalles. Por último, pulsa el botón OK.

Ajuste de los niveles


Un error en la exposición a la
hora de tomar la fotografía puede estropear los matices de los
colores y hacer que algunos de los elementos que aparecen en la toma
no se vean correctamente. Aunque las cámaras digitales
actuales disponen de sistemas avanzados de medición, una foto
al contraluz, una mala iluminación y muchas más
circunstancias pueden provocar que la toma esté mal expuesta.
La operación básica para recuperarlo es ajustar los
niveles.

Tras abrir la fotografía en
Photoshop, despliega el menú Imagen, elige Ajustes
y selecciona Niveles (Ctrl+L). Aparecerá un cuadro de
diálogo con el histograma de la imagen. Haz clic sobre el
icono con forma de cuentagotas negro y luego sobre el punto más
oscuro de la fotografía. Repite el proceso con el cuentagotas
blanco para el punto más luminoso. Por último, pulsa el
botón OK para confirmar los cambios. Al abrir el menú
Ajustes puede verse la
opción de
Niveles automáticos.
Esta opción permite que el Photoshop realice por si mismo la
estimación de los niveles. Sin embargo es bueno probar
ajustando los niveles por uno mismo. Una vez ajustados los niveles de
la forma que hemos descrito y guardada la fotografía, no es
mala idea jugar con el histograma para ver qué efectos podemos
conseguir.


Aumento del contraste con curvas


La mayor parte de la información
útil de una fotografía, y por tanto del detalle, se
encuentra en los tonos medios que son a la vez los más
difíciles de captar. Si se aumenta el contraste de estos tonos
la fotografía mostrará una mayor intensidad y
recuperará parte del detalle que debería ofrecer si ha
sido realizada con una mala iluminación.

Despliega el menú Imagen,
selecciona Ajustes y haz clic sobre Curvas (Ctrl+M)
para abrir el cuadro de diálogo que te permitirá
manejarlas. Como puedes ver aparece una recta de 45 grados. Haz clic
sobre la recta en tres puntos distintos más o menos
equidistantes y desplázalos hasta conseguir una curva similar
a la de la figura. Esto hará que el contraste sea más
natural. Observa que la parte central de la curva tiene mayor
inclinación que los extremos. Es otra buena ocasión
para jugar y descubrir qué efectos podemos conseguir gracias a
las curvas de contraste.

Colores equilibrados


Aunque todas las cámaras
digitales disponen de balance de blancos automático, no
siempre son capaces de ajustar su sensor al color de la luz ambiente
y captar toda la gama de colores posible. En el caso de interiores
con iluminación artificial los problemas relacionados con el
color se acentúan.

Photoshop pone a tu disposición
un sencillo sistema de equilibrio de color con el que corregir las
desviaciones típicas que se presentan en estas situaciones.
Para abrir el cuadro de diálogo correspondiente, despliega una
vez más el menú Imagen, selecciona Ajustes
y haz clic sobre Equilibrio de color (Ctrl+B). Asegúrate
de que la casilla Preservar luminosidad está marcada y
desplaza los tres deslizadores. Cada uno de ellos controla un color
básico en modo RGB (rojo, verde, azul) y su opuesto en CMY
(cian, magenta, amarillo). Cuando consigas corregir el color de tu
fotografía pulsa el botón OK.

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