Apple necesita que el iPhone X sea un éxito para cubrir el retraso del HomePod

Cada navidad, Apple vende varias decenas de millones de iPhones. Da lo mismo su precio o si tienen o no descuentos. Se venden muy bien, y van mejorando progresivamente. Incluso en China han aumentado después de muchos meses de caída. Pero está por ver lo que sucede este año, con un iPhone 8 que no presenta grandes novedades con respecto al modelo anterior, y un iPhone X que acaba de desembarcar en el mercado con un precio bastante superior, y con unidades limitadas. Con su altavoz inteligente HomePod retrasado hasta el año que viene, y su casco de realidad virtual todavía por llegar al mercado, Apple tiene este año más presión de cara a las ventas navideñas que en otras ocasiones, según CNBC.

Así lo ha manifestado a la cadena el economista Max Wolff, que apunta que «Samsung llegó antes que Apple a los teléfonos superatractivos. Tampoco son la primera compañía en la que se piensa cuando se trata de la casa inteligente. Están a punto de llegar a la Realidad Virtual, pero tampoco van a ser los primeros. Necesitan tener éxito en dos de estos tres campos para seguir siendo la mayor empresa del mundo en cuanto a capitalización bursátil«.

El iPhone X puede ser muy popular, pero está por detrás de competidores como Samsung en aspectos como contar con pantallas de mayor calidad y tamaño. Por otro lado, en cuando a altavoces inteligentes para el hogar, el Echo de Amazon está por todas partes, por lo que el HomePod lo tiene muy complicado, según Wolff. Los nuevos modelos de iPhone tienen herramientas de realidad aumentada, otro de los campos que parecen que van a tener más relevancia en el mundo de los smarpthones. Pero el CEO de la compañía, Tim Cook, ha manifestado que no ve mucho potencial en los cascos de realidad virtual, como el Oculus de Facebook o el HoloLens de Microsoft.

Todo estos factores conducen a una conclusión: el iPhone X ha de ser un éxito absoluto para Apple. Especialmente, si como muchos apuntan, el iPhone 8 no va a venderse tan bien como en la compañía desearían. Así conseguirían llenar el hueco que quedaría hasta la llegada de su casco de realidad virtual y, especialmente, de su altavoz inteligente.