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Apple pagará 500 millones de euros por impuestos atrasados en Francia
Apple ha acordado pagar 500 millones de euros por impuestos atrasados en Francia, según el sitio web francés L’Express.
La noticia llega en un momento en que la Comisión Europea busca fórmulas para conseguir que las grandes tecnológicas y en general las firmas de Internet paguen la proporción de impuestos del resto de empresas que trabajan en Europa. Y, también, conseguir armonizar este impuesto en todos los países de la Unión, nada sencillo por lo visto hasta ahora.
La división francesa de Apple confirmó el acuerdo de pago de impuestos, pero no reveló la cuantía. «Como una empresa multinacional, Apple es auditada regularmente por las autoridades fiscales de todo el mundo. La administración tributaria francesa recientemente concluyó una auditoría de varios años en las cuentas de la filial francesa de la compañía, y esos detalles se publicarán en nuestras cuentas públicas», han comentado a Reuters.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se encuentra bajo presión política de los «chalecos amarillos» y otros activistas que creen que los gigantes tecnológicos de «GAFAM» (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft) no pagan suficientes impuestos en comparación con otras empresas. El ministro de finanzas de Francia, Bruno LeMaire, ha estado trabajando con su homólogo alemán para imponer un impuesto del 3% sobre los ingresos de publicidad en línea de los gigantes tecnológicos.
Impuesto a las tecnológicas en Europa
«El fracaso de un impuesto (europeo) sobre GAFAM confirma la gran dificultad de la Unión Europea para acordar una visión común», explican los analistas. «Muchos países han jugado claramente las cartas que se adaptan a sus intereses particulares».
Hace tiempo que la Comisión Europea considera que Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft, Apple y otras, practican sofisticadas operaciones financieras y fiscales para pagar el menor número de impuestos en Europa. Una “ingeniería fiscal” que aprovecha resquicios legales de los estados miembros, intereses puntuales de algunos de ellos, filiales varias y transferencias de facturación a centrales establecidas en determinados países que les permiten pagar tasas impositivas muy por debajo de la media del Viejo Continente y del resto de empresas no digitales.
Un ejemplo es Apple e Irlanda, un país que actúa de facto como un paraíso fiscal dentro de la UE, permitiendo que el gigante de Cupertino pague un impuesto de sociedades muy por debajo de la media de la UE y del que pagan otras compañías, en lo que se considera contrario a los intereses del resto de estados en los que opera la compañía.
“Irlanda ha reducido artificialmente la factura fiscal de Apple y queremos enviar un mensaje claro: los Estados no pueden dar ventajas fiscales a las empresas, da igual que sean grandes o pequeñas, extranjeras o europeas”, explicó la comisaria Vestager, cuando anunció el dictamen contra Apple e Irlanda en otoño pasado obligando a la compañía a pagar a Irlanda la totalidad de impuestos atrasados exigidos por la Unión Europea y que ascendían a 14.300 millones de euros.
El gobierno francés está presionando para que se aplique un impuesto único a nivel de la Unión Europea para que las principales compañías tecnológicas y de Internet paguen la misma tasa impositiva del resto de empresas no digitales.
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