Intel planea utilizar solo energía renovable y generar cero residuos para 2030

Intel acaba de desvelar sus objetivos medioambientales para 2030, que pasan por una reducción radical de sus emisiones de gas que provocan efecto invernadero, así como su producción de residuos. Así, para finales de esta década, en dicho año, la empresa tiene planeado utilizar exclusivamente energía renovable para producir electricidad y lograr una producción cero de residuos.

Además, desde Intel también han confirmado que han alcanzado ya la mayoría de los objetivos que se habían puesto para 2020. Así, ya ha conseguido reciclar más del 90% de su basura, y reducir su envío de residuos peligrosos a vertederos casi a la mínima expresión. En cuanto a su emisión de gases de efecto invernadero, ha bajado un 30% desde 2010, aunque su cantidad de emisiones anuales ha subido algo desde 2016 cada año a medida que crecía el negocio de Intel. El consumo de agua de la compañía también ha bajado un 38%.

Bob Swan, CEO de Intel, ha recordado que «el mundo se está enfrentado a desafíos que cada día entendemos mejor a medida que recopilamos y analizamos más datos, pero no sirven de mucho sin una respuesta colectiva: del cambio climático a divisiones digitales profundas en el mundo pasando por la pandemia actual que ha cambiado de forma notable todas nuestras vidas. Podemos solucionarlos, pero solo si trabajamos juntos. Intel y muchos otros de sectores centrados en la tecnología ven la oportunidad de aprovechar nuestra investigación y desarrollo, creatividad, experiencia e influencia para colaborar en estos temas críticos, y serán cada vez más fuertes y más relevantes como resultado. En cuanto a Intel, está en nuestros propósitos generar tecnología para este mundo en cambio que enriquezca las vidas de cada persona en la Tierra«.

Intel no es la única tecnológica que se han puesto objetivos ambiciosos en beneficio del medio ambiente. Según The Verge, Dell, por ejemplo, planea reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad, tanto de su operativa como de su gasto de electricidad, para 2030. El pasado mes de enero fue Microsoft, que ya anunció el año pasado un fuerte compromiso con el medio ambiente, la que se marcó el objetivo de reducir más dióxido de carbono de lo que emita para 2030. La empresa ya ha eliminado su huella de carbono desde 2012, lo que ha logrado reduciendo la mayoría de su polución que contribuía al calentamiento del planeta y compensando o capturando el resto.

Mientras, Apple hace ya más de dos años que funciona con energías completamente renovables, y además llega a 2020 con uno de sus objetivos cumplidos: alcanzar los 4 gigavatios de energías renovables en su cadena de suministro. Mientras, HP sigue avanzando en su política de reducción de residuos plásticos y reciclado de elementos. Y no solo las tecnológicas quieren esforzarse por mejorar sus prácticas de cuidado del medio ambiente. También hay muchas instituciones que las animan a hacerlo. Como la Unión Europea, que quiere que los centros de datos sean neutrales en cuanto a emisiones de carbono para 2030.

Por otro lado, Intel también tiene planes de rebajar otro 10% el dióxido de carbono que sale de sus factorías, y que se genera a partir de su uso de electricidad. En 2019, dichas emisiones llegaron a 2,79 toneladas de dióxido de carbono, menos eso sí de lo que puede emitir una sola planta de carbón en un año.

Además, ya compra suficiente energía renovable para cubrir más del 70% de la electricidad que consume en todo el mundo. En la compañía también esperan poder trabajar con los fabricantes de PCs que compran sus chips para reducir la huella de carbono del sector de la informática.