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Las mejores noticias tecnológicas del año: un 2020 para recordar

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Si en “Las peores noticias tecnológicas del año: un 2020 para olvidar”, os hablábamos de todas esas cosas que al margen de la COVID-19 habían ido mal (o eran motivo de preocupación) en el sector tecnológico, hoy queremos ser mucho más optimistas. Porque las cosas como son: en 2020 las TIC también nos han dado buenas noticias.

En primer lugar y a nadie se le escapa, han sido las tecnologías las que han hecho que muchos de nosotros podamos trabajar a distancia con total normalidad. Pero no es lo único que han conseguido este año. En este especial os hablamos de cambios de arquitectura, de telemedicina, de impresión en 3D o de una tecnología que no es nueva pero como si lo fuera: el VDI. Repasamos a continuación las que creemos que han sido las mejores noticias de este año.

Soluciones de colaboración y videoconferencia

Seguro que a nadie le sorprenda ver esto aquí. De ser prácticamente unos desconocidos antes del estallido de la pandemia, Zoom se ha convertido en esa aplicación que sí o sí tienes que tener para poder comunicarte con compañeros de trabajo, mantener reuniones externas, o simplemente, sentirte un poco más acompañado durante los peores momentos del confinamiento.

Por supuesto, Zoom no ha sido la única que ha visto cómo se ha disparado su número de usuarios. Siguiendo la estela de la startup (cuestionada por otro lado por supuestos problemas de privacidad), productos como Google Meet, Microsoft Teams o Cisco WebEX, han conseguido demostrar que las reuniones presenciales y los viajes de negocios, salvo en contadas ocasiones, podrían ser cosa del pasado.

Y no sólo porque la crisis sanitaria haya forzado la situación (que sin duda lo ha hecho) sino que incluso, en la “nueva normalidad” cada vez son más las compañías que han convertido la inversión en este tipo de soluciones (pero también en otras más ambiciosas, como las salas de videoconferencia y videopresencia) en las más estratégicas del área TIC de cara al año 2021.

Cloud computing: VDI y teletrabajo

En una charla informal que manteníamos hace unos meses con Joaquín Abril-Martorell, el CDO de Cepsa nos confesaba que las empresas de todo el mundo le debían a los grandes players del mundo cloud (AWS, Azure, Google, etc.) que la economía no hubiera colapsado por completo a raíz de la crisis sanitaria.

“Hace diez años”, explica, “esto hubiera hundido a la mayoría de las empresas. Les debemos la vida”. ¿Exagera? Nosotros no lo creemos. Que millones de personas hayan podido trabajar a distancia prácticamente sin problemas y que en un altísimo porcentaje, las compañías hayan podido mantener sus operaciones y procesos de negocio, se debe en buena parte a la infraestructura cloud sobre los que se sustentan: ya sea en forma de aplicaciones SaaS, ya sea en entornos colaborativos o ya sea, cada vez más, gracias a la virtualización de los espacios de trabajo.

Y es que aunque es verdad que la tecnología VDI ya lleva unos cuantos años entre nosotros, nunca hasta ahora ha parecido tan necesaria, ni ha demostrado tener tanta utilidad para las empresas.

Gracias a que se ha ganado en rendimiento, la experiencia a la hora de trabajar en estos entornos también ha mejorado con claridad y por primera vez, se ha cumplido esa promesa de que basta con un navegador de Internet para poder trabajar exactamente de la misma forma en la que lo haríamos de forma “presencial” en una oficina.

No es cualquier cosa. Si el teletrabajo ha venido “para quedarse” se debe principalmente a este tipo de soluciones.

ARM en toda su extensión y no solo Apple

Que 2020 ha sido el año del teletrabajo creo que es algo que ya todos tenemos claro. Pero la tecnología este año no sólo ha destacado por habilitar este trabajo a distancia. También ha dado noticias de mucho interés. Y es que tras diez años de dominio absoluto de la arquitectura x86, con Intel a la cabeza, por fin algo se mueve en el horizonte.

No solo AMD ha comenzado a hacerle cosquillas a Intel en su propio terreno, sino que ARM amenaza con convertirse en un competidor más que serio. En primer lugar, a nadie se le ha pasado por alto lo que supone que NVIDIA haya pagado nada menos que 40.000 millones de dólares a SoftBank por hacerse con la empresa.

Pero tal vez más importante que lo que no deja de ser una operación financiera, es cómo ARM está demostrando llegar con muchísima fuerza a donde casi nadie le esperaba. En primer lugar, al ámbito de los servidores y la supercomputación, donde Fugaku, el ordenador de Fujitsu construido sobre ARM, ha demostrado que hoy por hoy no tiene rival.

Pero lo que es tal vez más importante, es que ARM ha llegado al escritorio como un huracán. Lo ha hecho de la mano de Apple y su M1, el primer SoC de la firma para esta arquitectura. Y no importa que probablemente aún haya nichos de mercado en los que ARM no esté preparada para competir (aún) como pueden ser los videojuegos. Lo realmente relevante es que ya no hay marcha atrás…y no solo para Apple.

La telemedicina se convierte en un fenómeno real

Llevábamos años hablando de las posibilidades que ofrecía la telemedicina a la hora de descongestionar hospitales y centros médicos; de llegar a poblaciones aisladas; o incluso, de ofrecer un soporte asistencial más cercano.

Sin embargo todo lo que se hacía en España hasta principios de este año, eran programas piloto en los que se involucraban apenas a unas decenas de personas. Y sí, desde las aseguradoras y la sanidad privada se apostaba por esta modalidad, pero no se conseguía convencer a los ciudadanos.

Esto por supuesto ha cambiado de la noche a la mañana. Como contaba Julio Lorca (Director de Desarrollo de Salud Digital en DKV Seguros) en una reciente entrevista, “el COVID-19 es el hito que ha dado paso a la revolución digital de la salud”. En los últimos meses, su plataforma de telemedicina “Quiero Cuidarme Más”, ha conectado de forma altruista a más de 870 profesionales sanitarios con pacientes que los necesitaban, llevando a cabo más de 30.000 consultas on-line.

También se nota en la sanidad pública: un centro sanitario tan importante como es el Hospital del Mar de Barcelona, que atiende a una población objetiva de más de 300.000 personas, ha pasado de tener proyectos en los que atendía a 50 pacientes, a realizar en estos momentos más de 2.000 consultas a distancia diarias.

En esta ecuación juegan por supuesto un papel destacado las soluciones de videoconferencia, pero no solo: las aplicaciones para dispositivos móviles, los wearables, o los kits avanzados que permiten seguir una hospitalización domiciliaria, van a más.

La impresión en 3D despierta de su adolescencia

Contaba hace unas semanas Enrique Lores, presidente de HP, que “la adopción de soluciones de impresión 3D ha sido una de las que más ha crecido con la pandemia”.

No solo para HP. Todas las empresas de impresión que se mueven en este mercado ha visto cómo se han disparado los pedidos de máquinas y consumibles en los últimos meses. En primer lugar por supuesto, como respuesta a la emergencia sanitaria pero en un segundo instante, cuando muchos han caído en la cuenta de que trasladar la mayor parte de sus cadenas de suministro a unos pocos países de Asia, ya no es tan buena idea como podía parecer.

La impresión 3D ha demostrado en este sentido, que se puede ser ágil y actuar con rapidez sin depender de terceros y lo más importante: no sólo en la fase de prototipado, sino que en muchos casos, también en la fase de producción.

Los fabricantes de estos dispositivos ya no solo se dirigen a unos cuantos entusiasta del DIY (Do It Yourself), sino que han entendido que hay un nicho de negocio más que interesante en entornos industriales y en casi cualquier tipo de empresa. Si la impresión “tradicional” cae en todo el mundo, la que se hace en tres dimensiones acaba de despegar.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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