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IBM confirma que la escasez de semiconductores durará dos años más

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IBM

Las previsiones que hemos ido viendo durante las últimas semanas han empeorado los pronósticos que teníamos, en general, sobre el futuro de los semiconductores. Hasta hace relativamente poco, creíamos que la escasez de semiconductores iba a durar hasta finales de este año, y que empezaríamos a ver una lenta recuperación que podría completarse en 2022, pero ahora todo parece indicar que esa recuperación no comenzará, realmente, hasta 2023, una fecha que ha sido ratificada por el presidente de IBM.

En una entrevista con la BBC Jim Withehurst, presidente de IBM, ha dicho que harán falta un par de años para resolver por completo la escasez de semiconductores, y ha dado algunos detalles interesantes centrados en las lecciones que deberíamos aprender de esta «crisis del chip». Antes de nada, es importante tener en cuenta que el ejecutivo apunta a 2023 como fecha en la que lograremos un incremento productivo lo bastante grande como para aliviar, en teoría, todas las claves que rodean a la escasez de semiconductores en la que estamos sumidos actualmente. Hablamos, por tanto, de una salida plena de la crisis en 2023.

Según Withehurst, una de las lecciones más importantes que nos ha dejado la crisis de los semiconductores es que debemos encontrar nuevas maneras de reutilizar tecnologías de computación, y de extender el ciclo de vida útil de algunas de esas tecnologías. También es necesario acelerar la inversión en nuevas fábricas para poder incrementar la producción de semiconductores tan rápido como sea posible. En este sentido, hay que recordar que aumentar la capacidad de producción no es algo que pueda hacerse de forma instantánea, incluso aunque se reciban nuevos fondos, ya que es necesario llevar a cabo un complicado proceso que retrasa, normalmente, la fabricación de nuevos semiconductores en franjas de entre 6 y 12 meses.

El presidente de IBM también quiso destacar el impacto que ha tenido el cierre de numerosas fábricas de semiconductores por la COVID-19, así como el incremento en la demanda de chips, dos factores que han contribuido en gran medida a generar esa situación de escasez en la que nos encontramos actualmente. Iremos viendo cómo evoluciona la situación en los próximos meses, pero la opinión mayoritaria es muy clara, estamos en una situación de la que no podremos salir a corto plazo, y harán falta entre uno y dos años para que empecemos a notar signos claros de mejoría.

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