Sorpresa en Toshiba: dimite su CEO mientras crece la oposición a la división de la compañía

La situación en Toshiba, lejos de calmarse, parece complicarse por momentos: su CEO ha dimitido, pillando a todos por sorpresa. Satoshi Tsunakawa, que ha anunciado su marcha del puesto ante la creciente oposición interna a los planes de reestructuración de la compañía, que pasan por su división. Al parecer, los accionistas de Toshiba, que llevan ya bastante tiempo bastante enfadados con la situación del grupo, no ven con buenos ojos estos planes, lo que habría motivado la dimisión de Tsunakawa.

Por ahora, Toshiba tiene un CEO provisional: Taro Shimada, que hasta ahora era Vicepresidente de Toshiba. Además, la compañía ha confirmado que Shimada se pondrá al frente de la filial de energía e infraestructura resultante de la división de Toshiba, cuando se haga efectiva la separación de sus divisiones en la segunda mitad de 2023. Por tanto, la división de la compañía sigue adelante, a pesar de la oposición de algunos accionistas.

Pero Tsunakawa no es el único que ha presentado su dimisión. También lo ha hecho Mamoru Hatazawa, un miembro de la junta directiva de Toshiba que ha defendido con firmeza su división. Ninguno de los dos dejará sin embargo Toshiba, ya que seguirán siendo directores en su seno. Tsunakawa seguirá también siendo presidente provisional de su junta directiva. Además de estos cambios, Goro Yanase, Presidente y CEO de Sistemas de ascensores y edificios de Toshiba, ha sido nombrado COO de la empresa.

Por otro lado, Hiruyoki Sato, que en la actualidad es el Presidente y CEO de la división de Dispositivos electrónicos y almacenamiento del grupo, será desde ahora Vicepresidente de Toshiba, y estará al cargo de las áreas de electrónica y almacenamiento del grupo. Además, cuando finalice su proceso de división, Sato será el Presidente y CEO de la compañía resultante dedicada a los dispositivos.

El nombramiento de Sato, así como el de Yanase y Shimada, es provisional, y la junta directiva «monitorizará el rendimiento y el estado de la ejecución del negocio, y confirmará a los seleccionados en sus puestos respectivos si obtienen resultados satisfactorios. Para donde resulte adecuado, la junta seguirá con sus deliberaciones de cara a la nominación de candidatos externos«. El próximo 24 de marzo habrá una junta general extraordinaria de accionistas, en la que se buscará su aprobación para el nuevo plan de división de Toshiba. Además, los accionistas votarán sobre la propuesta de uno de ellos para explorar otras opciones y solicitar ofertas de compra a fondos de capital riesgo.

Los planes de división de la compañía pasaban, en principio, por partirla en tres partes, como parte del plan para avanzar hacia la superación de varios escándalos. Se anunció el pasado mes de noviembre después de una revisión estratégica de la empresa, que duró cinco meses y que siguió a la salida de varios de sus directivos, incluidos el CEO de Toshiba en abril y su Presidente en junio, tras años de escándalos contables y problemas de gestión que llevaron a mínimos la confianza de los accionistas e hicieron bajar el valor de Toshiba hasta los 18.000 millones de dólares, menos de la mitad del que tenia a principios de siglo.

La investigación, que llevaron a cabo varios abogados, descubrió y confirmó que Toshiba había trazado un plan con el Ministerio de Economía, comercio e industria de Japón para evitar que Effissimo Capital Management, un fondo que tiene el 9,9% de las acciones de Toshiba, pudiese hacer uso de ciertos privilegios como accionista en las convenciones anuales generales de la compañía.

Después de muchas críticas por parte de los accionistas, que preferían vender la compañía a un fondo de capital riesgo privado, Toshiba decidió reconducir sus planes, y el mes pasado anunció que finalmente se dividirá en dos, y que venderá algunas divisiones. Pero de nuevo este plan levantó todo tipo de críticas internas. Según varias fuentes, como apunta Reuters, hay miedo entre los accionistas de que la venta planificada de determinadas divisiones, como la dedicada a los ascensores, deje a la compañía en poder únicamente de áreas que dejan márgenes de negocio bajos. Y la salida de Tsunakawa y Hatazawa añaden todavía más dudas e incertidumbre sobre estos planes y su viabilidad. Todo apunta a que se revisarán de nuevo.