Inteligencia Artificial: desafíos, oportunidades y usos

En la actualidad, la Inteligencia Artificial es una de las áreas tecnológicas con mayor proyección económica y se estima que el valor de este mercado superará los USD 300.000 millones en 2025, según el portal Statista. Estamos siendo testigos de un boom sin precedentes en la aparición de nuevas tecnologías, que solo ha sido visto anteriormente en la Revolución Industrial, y que está marcando el camino de lo que vendrá. En este recorrido que tenemos por delante, falta aún mucho por hacer y existen desafíos que hay que superar para que no se detenga su avance.

El crecimiento exponencial de la IA ha generado una amplia gama de oportunidades y hoy en día es posible mejorar la productividad entre un 25 y 40%. La IA está transformando el mundo, la manera en la que nos relacionamos, el cómo trabajamos y está cambiando las reglas del juego en diferentes ámbitos.

En este contexto, la convergencia de la IA y el poder humano será una de las claves para impulsar la innovación, mejorar la eficiencia de los procesos y operaciones, generar resultados significativos para nuestros clientes y talentos internos, y dar valor a lo humano. Su potencial es tal que podemos llamarla Inteligencia Aumentada siendo una combinación de inteligencias y un aliado que realizara las tareas repetitivas para liberar la creatividad humana y sacar el mayor partido a los proyectos.

Grandes desafíos para seguir avanzando

Cada vez que nuestra sociedad se enfrenta a la llegada de una nueva tecnología, surgen dudas, inquietudes, temores y obstáculos que pueden llegar a complicar su implementación. En el caso de la IA, existen una serie de desafíos éticos que deben ser planteados por la industria tecnológica para maximizar su potencial y minimizar riesgos.

En primer lugar, la privacidad y seguridad en relación al manejo ético y responsable de los datos. Es importante que haya un avance en el campo legislativo que nos permita trabajar en un marco de transparencia, respeto y uso apropiado de la IA.  En segundo lugar, estaría la calidad de los datos y su gobernanza. Los datos son el nuevo petróleo de la IA, por lo que la capacidad de analizarlos y de aprovecharlos al máximo depende principalmente de que sean datos de calidad. Si se trabaja con datos erróneos se obtendrá una predictibilidad errónea. En este sentido, tener una estrategia de gobernanza de los datos es fundamental.

La inversión es otro de los aspectos clave en este proceso. Implementar la IA puede requerir de una inversión inicial grande y para algunas empresas o sectores con bajos márgenes de beneficios, puede ser una limitación. A ello se suma el cambio cultural que esta tecnología puede provocar en una organización, ya que su adopción implicaría un cambio de paradigma y, a nivel interno, puede que haya cierta resistencia por miedo a ser reemplazados.

Otro aspecto que hay que destacar es la falta de formación en habilidades de IA. Las compañías deben avanzar en proveer a sus profesionales de la capacitación y formación necesarias en habilidades específicas relacionadas con esta tecnología. Es importante que fomentemos una cultura de aprendizaje continuo.

Desde el punto de vista global, existen dos desafíos clave en los que poner nuestro foco: la desigualdad y la brecha digital. Statista señala que, a finales de 2021, el 37% de la población mundial (cerca de 3000 millones de personas) nunca había usado Internet, lo que significa que la sociedad aún sigue teniendo un acceso muy limitado a la tecnología, por lo que muchos quedarán rezagados. En temas de desigualdad no hace falta irse muy lejos, aquí en España vemos cómo el 30% de las mujeres estudian una carrera STEM, pero solo el 3% de ellas optan por Informática cuando todo el mundo tiende a la digitalización.

La IA es una herramienta que, si se utiliza de forma adecuada, puede ayudarnos a impulsar nuestro crecimiento y desarrollo. Todas las industrias están abiertas a abrazar esta tecnología por el poder transformador que nos ofrece y es nuestro papel, como figuras relevantes de la industria y aceleradores de la digitalización, afrontar estos retos y proporcionar al mercado las soluciones que permitan el avance.

Los casos de uso que estamos manejando nos demuestran la gran ventaja que tiene el uso de la IA. De este modo, el área de servicios financieros se puede beneficiar ante los fraudes con la detección temprana de actividades fraudulentas; y, en el sector industrial, una cementera con una flota de más de 18.000 camiones puede tener controlado el itinerario en tiempo real y las alertas tempranas para tomar decisiones basadas en datos.

Otros sectores como el retail, el educativo o e de la salud también pueden verse ampliamente beneficiados. El primero a través de procesos de logística y relación con el cliente más eficientes que le llevará a la hiperpersonalización de las ofertas; el segundo a través de la generación de contenidos interactivos e innovadores y un seguimiento más exhaustivo de los alumnos; y el sector de la salud en la detección temprana de enfermedades y en la minimización de riesgos de un mal diagnóstico.

Las alianzas de las compañías con partners tecnológicos para una adopción exitosa de la IA es la pieza fundamental hacia la aceleración de la implementación de soluciones y hacia la resolución de desafíos específicos de su industria. Por este motivo, es fundamental que afrontemos estos desafíos y avancemos en la adopción ética y responsable de esta tecnología ya que es una herramienta transformadora que nos aportará posibilidades ilimitadas.