Más problemas para Citrix: dimite su CEO, Kirill Tatarinov

Los problemas se multiplican en el seno de la compañía de desarrollo de software de virtualización Citrix. Después de que hace unos meses valorase su venta, en su totalidad o por partes, para acabar así con las presiones de varios inversores y de parte de su junta directiva, ahora se ha quedado sin CEO. Kirill Tatarinov, que ocupaba el puesto desde enero de 2016 cuando llegó a Citrix desde Microsoft, ha decidido abandonar su puesto de inmediato, en lo que la empresa ha calificado de decisión «tomada de mutuo acuerdo».

Según el Wall Street Journal, la compañía ya ha dado con un sustituto: David Henshall, que ha sido el responsable financiero de la empresa desde septiembre de 2011, así como su COO desde febrero de 2014. También fue su CEO provisional durante un breve periodo de tiempo entre octubre de 2013 y febrero de 2014. Además, dado que el puesto de CFO quedaba vacante, Mark Coyle ha sido nombrado CFO provisional de la empresa, puesto que ocupará mientras su directiva encuentra un candidato adecuado para ocupar el puesto de forma permanente.

Todo apunta a que los motivos de la dimisión están relacionados con el nuevo rumbo que la dirección quiere dar a la empresa. Así se puede desprender de las declaraciones sobre la salida de Tatarinov de Citrix: «para seguir adelante, la junta cree que acelerar nuestra transformación en la nube situará a la empresa en un punto adecuado para conseguir más éxitos en los próximos años, lo que aportará mayor valor a nuestros accionistas. Ahora tenemos el equipo perfecto y preparado para ejecutar los planes«.

En el año 2015, Citrix puso al directivo de la inversora Elliot Management Corp. Jesse Cohn un puesto en la junta directiva, además de nombrarle miembro de un nuevo comité encargado de centrarse en la rentabilidad de la empresa. A cambio, Elliott acordó la paralización de las medidas restrictivas que estaban entonces en vigor, hasta que la junta no renueve la nominación de Cohn como director o él mismo decida dimitir. Desde entonces, Cohn ha presionado a Citrix para reducir su tamaño mediante la venta de activos, así como para reducir costes.

Por otra parte, Citrix ha confirmado el cumplimiento de sus previsiones para el trimestre que finalizó el pasado 30 de junio. Eso sí, por los pelos. En este segundo trimestre se espera que sus ingresos estén comprendidos entre los 685 y los 695 millones, con el valor ajustado de sus acciones entre los 97 centavos y el dólar. Estas cifras son bastante parecidas a las que pronosticaron los analistas de Thomson Reuters, que esperaban unos ingresos de 690,9 millones de dólares, además de que el valor de las acciones de Citrix alcanzase los 99 centavos.

A pesar de todo, la noticia de la salida del CEO no ha gustado a los accionistas, dado que el valor de las acciones de la empresa cayó en las horas después de conocerse la noticia un 1,2 por ciento, hasta llegar a los 79 centavos de dólar por título.