¿Sigue siendo Microsoft una inversión segura?

Invertir en el sector tecnológico es siempre un tanto arriesgado. Y es que, a los vaivenes propios de cualquier mercado, hay que sumar el extra de la velocidad a la que se mueve este sector, algo que propicia que empresas que hoy son punteras, en solo dos o tres años hayan podido quedar totalmente a la deriva. Lo hemos visto una y mil veces, y pese a ello todavía se dan casos de inversiones que parecen oro, pero que poco después «pinchan» y se quedan en nada (arrastrando a ese vacío el capital aportado por los inversores). Así, y aunque acertar con una apuesta puede hacer que nuestros modestos ahorros se conviertan en un gran patrimonio, la mayoría de los inversores tienen a buscar el equilibrio entre rentabilidad y seguridad. Y si no, que se lo digan a los que en su momento apostaron, por ejemplo, por Gowex.

Así, artículos como el publicado por Madison son una más que interesante referencia para esos inversores que buscan todas las garantías que las inversiones de este tipo pueden ofrecer. Y, según la opinión de sus analistas, si queremos invertir en el sector tecnológico, y más concretamente en el área de la informática, la apuesta más obvia es Microsoft. Sí, la empresa de Redmond es un valor seguro, al menos a corto y medio plazo. Y no, esto no tiene que ver (para sus analistas) con la apuesta que han realizado por los servicios y los dispositivos, al contrario, la clave de la rentabilidad y, sobre todo, de la fiabilidad, es (sigue siendo, quiero decir) Windows.

Y es que, aunque por común tendemos a olvidarlo, es cierto que su cuota de mercado en lo referido a los sistemas operativos sigue siendo su feudo, con alrededor de un 90% ocupado por distintas versiones de su sistema operativo. Es cierto, sí, que el mercado de los PCs lleva mucho tiempo experimentando una (ya constante) contracción, y que además la escasez de de algunos componentes básicos, como la memoria RAM, los soportes de almacenamiento SSD y los paneles LCD han provocado un incremento en los precios, ergo un descenso aún mayor en las ventas. Esto, sin embargo, no significa que el PC, y de su mano Windows, hayan desaparecido. En realidad su presencia sigue siendo indiscutible en un sinfín de entornos, entre los que destaca sin duda el mercado empresarial.

En el mismo, y al menos a corto y medio plazo, el ordenador (ya sea de sobremesa o portátil) sigue y seguirá siendo una herramienta de trabajo necesaria, y a diferencia de lo que ha ocurrido siempre en el mercado doméstico, donde la piratería es bastante común, las empresas tienden a ser bastante más cuidadosas a este respecto. Y eso por no hablar de que una gran parte de los sistemas que se venden en la actualidad incluyen el sistema operativo, por el que evidentemente Microsoft también percibe una retribución económica.En 2015 Terry Myerson, uno de los principales responsables de Windows, predijo que Windows 10 estaría en mil millones de dispositivos en tres años. En julio de este año, unos dos años y medio después de esa predicción, Satya Nadella afirmó que estaba a medio camino de alcanzar esa meta. Una meta ambiciosa, pero que demuestra que el sistema operativo sigue jugando un rol fundamental en la compañía y, lo que es aún más importante, en su rentabilidad.