Facebook espera que, en el futuro, los usuarios de la red social puedan transferir pagos personales y comprar productos y servicios pagando con esta moneda. Y que no solo puedan hacerlo en la plataforma de la compañía, sino también en otras webs. Si Facebook logra los objetivos que tiene para la moneda, contaría con opciones de compra y pago similares a las que tiene PayPal en la actualidad.

Ni Facebook ni ninguno de los miembros del consorcio serán los encargados de la gestión de la criptomoneda. Algunos de los que van a participar en su nacimiento como inversores podrían funcionar como nodos del sistema, colaborando en la verificación de los pagos y manteniendo los registros de operaciones.