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El CEO de Activision, Bobby Kotick, dejará la compañía cuando se cierre su venta a Microsoft

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Microsoft Activision Bobby Kotick

Tras confirmarse la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft por unos 68.700 millones de dólares en metálico, lo que convierte a la operación en la mayor de la historia de los de Redmond, además de la más abultada del sector de los videojuegos hasta la fecha, quedaban varias dudas en el aire sobre la operación. Y no precisamente sobre el paso de sus principales franquicias y juegos a la compañía. En efecto, las populares Call of Duty y World of Warcraft, entre otras, y el archiconocido Candy Crush, junto con el resto de títulos, se integrarán en Microsoft Gaming, la división de la empresa dedicada a los videojuegos.

Tampoco había dudas sobre lo que sucedería con sus empleados: todos, los 10.000, se convertirán en empleados de Microsoft. Pero parece que uno no lo será: Bobby Kotick, su CEO. Según han confirmado varias fuentes al Wall Street Journal, cuando se complete la operación de compra, lo que podría llevar entre 12 y 18 meses, Kotick abandonará su puesto y la empresa. Se disipa así una de las principales dudas que habían surgido tras el anuncio de la compra.

Microsoft y Kotick, según la información que ha llegado al Wall Street Journal, habrían llegado a un acuerdo para que este permaneciese de momento en su puesto. No obstante, esta información no está en línea con lo que la compañía ha anunciado en el comunicado en el que confirma la compra de Activision. En él menciona que «Bobby Kotick seguirá siendo CEO de Activision Blizzard, y él y su equipo seguirán centrados en impulsar los refuerzos en marcha para reforzar más la cultura de la compañía y acelerar el crecimiento del negocio«.

Eso sí, en la nota también se confirma que una vez se cierre la operación Activision Blizzard será una división de Microsoft Gaming y reportará a Phil Spencer, el CEO de dicha división. En este punto ya no se habla de Kotick, por lo que puede ser un indicativo de que su salida será efectiva cuando Activision sea ya una parte de Microsoft Gaming. Resultaría muy raro que fuese de otra manera, puesto que no parece factible que Kotick, uno de los CEOs más conocidos del mundo de los videojuegos, y con un salario notablemente abultado, pase a informar no al CEO de Microsoft, sino a un directivo que está por debajo de Satya Nadella, y al que a su vez debe informar.

La salida de Kotick, además, contribuiría a apaciguar los ánimos en Activision Blizzard y el ecosistema que la rodea, después de un escándalo de grandes proporciones destapado hace unos meses, que implicaba casos de acoso sexual y violación en la empresa. Al parecer, Kotick tuvo conocimiento de lo que estaba pasando durante años, y al menos en una ocasión intervino para que no se despidiese a un empleado que estaba acusado de acoso sexual, lo que recomendaba el departamento de recursos humanos de Activision.

A la vista de los hechos, el Estado de California demandó el pasado verano a Activision por acosar sexualmente y discriminar a sus empleadas, lo que no hizo mas que aumentar el escándalo y la presión de accionistas y partners sobre la directiva de la empresa. Y en noviembre, tras un artículo también del Wall Street Journal sobre el escándalo, cerca de un quinto de los empleados de Activision firmaron una petición de dimisión para Bobby Kotick. También después de este artículo fue cuando Microsoft empezó a acercarse a Activision de cara a una compra.

Cuando se hicieron públicos los casos, lo que generó un gran escándalo, el responsable de Xbox, Phil Spencer, envió un correo electrónico a la plantilla para decirles que desde Xbox estaban «evaluando todos los aspectos» de la relación de la división con Activision Blizzard, y «haciendo ajustes proactivos continuos«.

Microsoft, de hecho, ha tenido que responder a varias preguntas sobre lo que estaba pasando en Activision en una reunión por videollamada con sus inversores en el marco del anuncio de su compra. El CEO de Microsoft, Satya Nadella, ha manifestado sobre la compra que en la compañía creían que «es crítico que Activision Blizzard avance en sus compromisos de renovación cultural. Apoyamos los objetivos y el trabajo que está haciendo Activision Blizzard. También reconocemos que una vez se cierre la operación, tendremos que hacer un trabajo significativo para seguir desarrollando una cultura en la que todos puedan hacer su trabajo de la mejor manera posible«. Sin duda, esto quiere decir que la salida de Kotick no va a ser el único ajuste que se lleve a cabo en Activision Blizzard para acabar con los escándalos en su seno.

Foto: Bobby Kotick

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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