Conecta con nosotros

Entrevistas

«Mi casa en Alcobendas fue la primera oficina de Facebook en España»

Laura González-Estéfani

Fundadora

TheVenture.City

Publicado el

Laura González-Estéfani, primera directiva de Facebook en España cuando en Europa apenas contaba con presencia (luego ha crecido tanto que incluso se tuvo que mudar de sus oficinas centrales), ha fundado la aceleradora TheVenture.City junto a Clara Bullrich, una directiva con gran experiencia en el sector financiero a nivel internacional.

El objetivo de este proyecto es ofrecer un asesoramiento completo a startups de base tecnológica. Tiene vocación internacional, y sus miembros y mentores están centrados en conseguir que haya más empresas españolas que tengan impacto a nivel global. Entrevistamos a Laura para conocer un poco más su perfil profesional, así como la posible influencia que Facebook le haya dejado a la hora de capitanear su propio proyecto.

MCPRO: Después de trabajar para empresas como Siemens e eBay ¿qué te hizo dejarlo todo para ser la primera empleada de Facebook en España?

Laura González-Estéfani: Pues la verdad es que no fui nada visionaria a pesar de lo que pueda parecer. Facebook en el 2008 no era nada en Europa. Se empezaba a oír algo de ello, pero vamos, te mentiría si te dijera que lo vi clarísimo. Me gustaba el reto de aprender algo completamente diferente, y la persona que me ofreció el puesto, Javier Oliván, es una persona que ciertamente es visionaria. Además eBay andaba en reestructuración en aquel entonces y no tenía nada claro cómo iba a quedar la organización, así que me lancé en plancha.

Ahora lo pienso, y no tengo más que agradecerle a Javier la oportunidad profesional que me puso por delante. No existe ni existirá una compañía más fascinante y con más impacto global que Facebook. Tuve la oportunidad de crecer en la compañía en España (empecé trabajando desde mi casa en Alcobendas, esa fue la primera oficina de Facebook en España), Portugal y Holanda cuando aún no era nada en esos países. Para que te hagas una idea, no había ni publicidad en el site, ni newsfeed. Solo el muro. He conocido a mucha gente de los old timers y muchos de ellos son íntimos amigos. El haber tenido tanta responsabilidad de alto impacto, unas veces haber acertado y otras haber aprendido de los errores, habernos ido a Silicon Valley en familia, junto a mis hijos y mi marido, también emprendedor y fundador de Ibericoclub.com, y el haber empezado desde cero… ha sido un máster de vida.

Yo siempre digo que es más difícil tomar la decisión de marcharte que de unirte. Pero no me he ido muy lejos. Tenemos un acuerdo de colaboración co-liderando los Developer circles de Facebook junto con Wyncode Academy y muchos de mis ex-compañeros son mentores de nuestras startups.

MCPRO: ¿Cómo fueron tus primeros años trabajando desde España para la red social?

Laura González-Estéfani: Para mí, Facebook no es una red social. Es una plataforma de comunicación. Entiendo que desde España solo se vea la parte más lúdica, pero la realidad es que en muchos países en vías de desarrollo (2/3 de la población mundial), como lo era mi región en Latinoamérica, en muchas ocasiones Facebook era donde tenías tus negocios, tu única manera de comunicarte con tu familia y tu puerta de entrada a Internet. Ese aprendizaje ha sido fascinante. He liderado muchos proyectos como Internet.org. Solo Brasil es cinco veces más grande que España y en términos de población es 15 veces mayor. Imagina la cantidad de proyectos maravillosos en los que he trabajado con mi equipo y la responsabilidad que cae sobre tus hombros si algo falla. ¡Han sido años fascinantes, muy divertidos! 

A pesar de haber empezado sola en España, siempre estuve acompañada por mis compañeros en San Francisco. Siempre reporté a los headquarters en California, a 9 horas de diferencia horaria, y siempre me sentí al día de lo que se cocía en el «Mothership«. Yo viajaba a California 10 días cada dos meses, más o menos. También te digo que si tengo que hablar con la pared, hablo. La tecnología me ha permitido estar cerca de mi equipo a pesar de estar físicamente en otro continente.

MCPRO: En 2012, después de cuatro años trabajando para Facebook desde España, diste el salto a Estados Unidos ¿Cómo fue tu experiencia allí?

Laura González-Estéfani: Pues la verdad es que al principio me fui aterrada. Con tres niños, la pequeña de apenas semanas, tan lejos de España, aunque mi marido es medio californiano. En fin, te preocupas más por los niños y tu marido, que te siguen donde vayas, y porque estén bien en la nueva vida. ¡Qué responsabilidad si no llega a salir bien!

Pero al poco tiempo mis hijos estaban integradísimos en el cole, yo viajaba todas las semanas a Europa o Latinoamérica, y lo único que echábamos de menos era la comida y ya se encargó mi marido de importarla a través de su startup.

La gente de la compañía es tan fascinante, tan accesible, y piensa de una manera tan arrolladora, te da tanta energía… Sientes que tus capacidades se multiplican y que tu «coco» rinde más. En fin, muy gratificante. Por otro lado, está muy lejos. A España no hay vuelo directo, y cada vez que me desplazaba con mis hijos me preguntaban «Mamá, ¿cuántos aviones?«. La cultura del fallo se incentiva en vez de penalizarse, piensas de manera diferente, sin límites, porque sabes que el error nunca es suficientemente grande.

Pero les falta espontaneidad, todo hay que planificarlo con semanas de antelación, es muy rígido y caro, carísimo. Yo cada vez que escuchaba que venía un emprendedor  a probar suerte, y veía lo mal que lo pasaban cuando se topaban con la realidad, el «burn rate» de estar ahí, me daba una pena tremenda. Tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Yo me quedo con las ventajas y las estoy replicando en TheVenture.City.

MCPRO: Nuevamente, en primavera decides dar un nuevo paso en tu vida profesional y dejas Facebook para fundar TheVenture.City, de la que además eres CEO ¿en qué consiste este proyecto?

Laura González-Estéfani: Pues sí, cuando cumplí los 40 años pensé, «¿dónde me veo en cinco años?«. La respuesta que obtuve ya no era Facebook. Al principio piensas: “¿estás zumbada? Con lo que te ha costado llegar hasta aquí… no pienses tonterías.” Luego hablas con tu madre, y te dice «ay, hija mía por Dios, ahora que por fin entendía a lo que te dedicabas… eso de emprender está pasado de moda, déjate de tonterías y no me des más disgustos«. Dos años antes de marcharme ya me picaba el gusanillo de hacer algo diferente, pero fue el año pasado cuando me puse a pintar mi futuro y decidí que mi etapa de casi nueve años estaba cumplida.

Entonces empecé a pintar TheVenture.City, una aceleradora de ecosistema tecnológico orientada a impulsar startups ofreciendo una solución única e integral que crea puentes entre las regiones clave para llevar a las compañías a un nivel internacional. Nace con unos principios muy sólidos:

  1. Inversión justa (ni infra ni sobrevaloración de compañías).
  2. Orientación al founder.
  3. Diversidad.
  4. Sostenibilidad.
  5. Internacionalización.
  6. Devolver a la comunidad lo aprendido.

Si algo nos caracteriza es que somos muy mission driven no nos importa llegar más tarde si llegamos de la manera adecuada. No nos vendemos a lo fácil, al corto plazo. Apostamos por el largo plazo. Digamos que somos un todo en uno. Dependiendo del emprendedor o de la empresa tradicional, proveemos de diferentes servicios. Desde acceso a capital hasta redefinición de talento o implementación de estrategias de operativa digital para empresa tradicional. Siempre de manera transparente, pensando en primero en el founder o en la compañía que quiera trabajar con nosotros. Sentimos la responsabilidad de hacer las cosas mejor que bien, y por ello trabajamos con solo 25 startups nuevas al año entre incubación y aceleración. No tomamos porcentajes de acciones por adelantado (me parece injustísimo), sino que nos lo vamos ganando mes a mes, y somos unos enamorados de los datos. ¡Si no hay datos no hay éxito!

MCPRO: ¿Qué objetivos tenéis, tanto inmediatos como a largo plazo?

Laura González-Estéfani: Para los inmediatos, tenemos en cuenta que somos los últimos en llegar al ecosistema. Pero tememos muchas ganas de contribuir y empujar en la dirección correcta. Colaborar con los que están en el ecosistema, aportar valor con nuestra propuesta a los fundadores, aportar smart money, capital para poder hacer realidad la visión de nuestros emprendedores. Contribuir a crear más «Españolunicornios». Ya los hay, pero es que hay mucho más potencial. Buscamos multiplicar ese efecto y conseguir más compañías españolas de impacto global. Cabify, Miora/BeWe, Carto, Coverwallet y GlampingHub son probablemente las de mayor impacto internacional en este momento, pues queremos conseguir entre todos que sean muchas más.

Nosotros no nos fijamos solo en la posible rentabilidad de una startup a la hora de incorporarla a nuestro programa. Nos fijamos más en el producto y en tener una ingeniería sólida que permita escalabilidad. Si el producto «vuela», y los usuarios lo utilizan con mucha asiduidad, entonces monetizarlo no será lo más complicado. Sin embargo, si solo te fijas en la parte de monetización, y optas por una estrategia a corto plazo, puede ser que el producto no esté lo suficientemente optimizado porque tienes recursos destinados a monetización demasiado pronto, en vez de destinarlos al 100% a hacer crecer la compañía. Todas las respuestas están en los datos: usuarios que utilizan el producto o servicio, crecimiento orgánico mensual, ratio de viralización, retención, estabilidad de la ingeniería… no exclusivamente en un plan de negocio.

MCPRO: Se suele decir que en las startups de tecnología hay poca presencia femenina, ¿cómo crees que puede mejorar la representación de la mujer en este sector?

Laura González-Estéfani: En primer lugar, tiene que darse que nosotras mismas queramos estar en esta industria. Que tengamos el coraje de empujar nuestros sueños. No esperemos al príncipe azul que nos facilite la vida y nos rescate. Como dice mi amiga Silvina Moschini, CEO de SheWorks: «construyamos nuestro propio castillo«. Sobre todo si tenemos opciones, ya que hay mujeres que desgraciadamente no las tienen.

Yo crecí en un entorno en el que mi madre quería casarme con un ingeniero, banquero o médico. Que fuera funcionaria y que no destacara. Literal. Mi madre nunca quiso una vida complicada para mí, pero mi padre era emprendedor. Y, ¿a quién salí yo? A mi padre. Así que crecí predestinada a un estándar, pero en cuanto pude, cogí la tangente, y pensando en mi felicidad y capacidad, empecé a hacer lo que de verdad quería. Me paré a pensar y empecé mi camino sin miedo. También es verdad que he tenido las opciones para hacerlo, y que si fracasaba siempre tenía ayuda en mi familia.

Así es como mi marido y yo, emprendedores los dos, educamos a nuestros tres hijos. No distinguimos entre sexos, solo sueños. Que cada uno haga lo que mejor sepa hacer y que siga su sueño. Esperemos que está educación que nace desde casa permita a mis tres hijos decidir lo que quieran hacer con libertad y pasión, y si eligen ser funcionarios ¡qué sean los mejores!

Lo más leído