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Tesla quiere que sus coches puedan hablar con los peatones

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Uno de los problemas más importantes que afrontan los coches eléctricos está relacionada con su funcionamiento silencioso, una cuestión que Tesla y otros grandes del sector han tenido que afrontar de una manera sencilla y clara: introduciendo sonidos entre los que el usuario puede elegir para hacer que sus coches hagan ruido.

No es un tema baladí. Estamos acostumbrados a que los coches hagan ruido, es algo que forma parte de la seguridad vial y que de hecho resulta fundamental para personas con discapacidades visuales. El sonido de un coche nos ayuda a saber que está situado en un lugar determinado o que se acerca aunque no podamos verlo. Esta sencilla explicación nos permite entender el peligro que supone, tanto para los peatones como para otros conductores, la presencia de coches totalmente silenciosos, pero Tesla ha querido, en un alarde de imaginación, ir más allá de cumplir con el requisito de que sus coches hagan ruido.

El CEO de Tesla, Elon Musk, ha confirmado a través de Twitter que están trabajando en una tecnología que permitirá que sus coches hablen directamente con los peatones. En el vídeo adjunto podemos ver que el Tesla dice, literalmente, «no te quedes mirando, súbete». Solo es un ejemplo de lo que podría dar de sí un sistema de este tipo, ya que en teoría será posible personalizar los avisos que queremos dirigir a los peatones y lanzarlos de una manera sencilla y sin distracciones.

La verdad es que es una idea interesante y puede resultar bastante útil, aunque esta función no se puede utilizar para obviar el requisito legal en Europa de que un coche eléctrico suene «como un coche». Como hemos dicho al principio del artículo los coches eléctricos deben hacer ruido por cuestiones de seguridad vial, y dicho ruido tiene que recordar al de un coche de combustión tradicional, al menos en Europa.

No es viable, por tanto, utilizar sonidos personalizados que se alejen de ese requisito fijado por la Unión Europea, y los avisos a peatones tampoco cumplirían por sí solos con la normativa. En resumen, es una idea que puede aportar un valor claro, pero de manera complementaria a ese requisito que hemos citado. Los coches de Tesla tendrán que sonar como un coche de combustión, al menos en el viejo continente, es lo único «no negociable».

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