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Los coches eléctricos tienen que hacer ruido, Tesla ya ha tomado medidas

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La llegada de los coches eléctricos ha sido lenta pero constante. Durante los últimos años hemos visto un despegue importante en las ventas de este tipo de vehículos que ha estado unida, además, a otros avances muy grandes a nivel tecnológico.

Podemos decir que el coche eléctrico ha tenido, como objetivo, desplazar al coche con motor de combustión en una apuesta clara por el respeto y el cuidado del medio ambiente, pero también ha servido de «caballo de Troya» para la introducción y la popularización de una gran cantidad de avances tecnológicos que hoy se han vuelto fundamentales.

Los coches eléctricos han venido unidos a la idea del coche inteligente, una realidad que Tesla ha sabido llevar al mercado con sus Model S y Model X, y que ha democratizado gracias al Model 3, un sedán de lujo «económico» que viene con unas especificaciones muy buenas para lo que ofrece.

La ventaja más importante que tiene un motor eléctrico frente a un motor de combustión es, como dijimos, la ausencia de emisiones contaminantes, pero también presenta otras ventajas muy interesantes, como por ejemplo su funcionamiento silencioso. No es un tema baladí, la contaminación acústica puede ser muy molesta y llegar a perjudicar la salud de aquellos que están sometidos a ella durante largos periodos de tiempo.

Sin embargo, cuando hablamos de vehículos a motor el silencio es un arma de doble filo. Estamos acostumbrados a que estos suenen, y utilizamos el ruido como una «herramienta» para movernos de forma segura por la ciudad. Esto quiere decir, en resumen, que un coche eléctrico puede ser más peligroso que un coche de combustión por el simple hecho de no tener sonido.

Esta realidad aplica a cualquier persona, y multiplica con creces su importancia si hablamos de personas invidentes o con graves disfunciones visuales. En Europa todos los coches de nueva homologación deben contar, desde el pasado 1 de julio, con un sistema de aviso sonoro. Los modelos ya existentes tendrán de plazo hasta el 1 de julio de 2020 para adaptarse a la nueva normativa.

Lo dicho implica que los coches eléctricos tienen que hacer ruido, y el motivo es el que hemos comentado anteriormente, avisar a los peatones y a otros conductores de su presencia. El sonido constituye una parte fundamental de nuestro día a día, y cuando hablamos de vehículos que pueden pesar hasta una tonelada y circular a altas velocidades su importancia adquiere dimensiones incuestionables.

Tesla ha sido la compañía que más esfuerzos ha realizado en su apuesta por los coches eléctricos, y también ha sido de las primeras en adaptar su Model 3 a esta nueva normativa. La compañía que dirige Elon Musk ha introducido un sonido diferente en función de si el coche se mueve marcha atrás o hacia adelante, un enfoque acertado ya que al avanzar suena como un coche convencional, y en marcha atrás suena de una manera bastante estridente que genera una alerta inmediata.

En principio parece que las grandes marcas tendrán la posibilidad de personalizar el sonido de cada coche eléctrico, pero en lo personal creo que lo ideal es que un coche suene como un coche, es decir, a motor de combustión, al fin y al cabo el objetivo es evitar accidentes, y qué mejor manera de lograrlo que asociando el sonido que todos conocemos y que genera, de forma instintiva, las reacciones que pueden ayudarnos a evitar un accidente.

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