El presidente de Viacom, de 93 años, despide a varios directivos «díscolos»

Que en poco tiempo tu ex-mujer (la última de ellas, vaya) diga que eres un cadáver viviente, que te bajen el sueldo y que todo el mundo se plantee si es adecuado o no que sigas al frente de tu empresa… digamos que no te debe poner de muy buen humor. Y en esas se vio Summer M. Redstone, presidente del grupo Viacom, que a principios de este año se encontró en dicha situación. Algo así le debe hace reflexionar a uno, especialmente si además ya ha cumplido 93 años, tiene una fortuna personal con la que podría vivir como un rey durante cien años más sin dar un palo al agua, y no se siente especialmente cómodo cuando ve su figura tan fuertemente cuestionada en público.

¿Significa esto que Redstone ha decidido abandonar el barco (o cambiarlo por un yate)? En realidad no. Al contrario, y según informa la Agencia Reuters, de un plumazo ha expulsado a cinco miembros del consejo de dirección, incluido el todavía CEO de la compañía, Philippe Dauman, que también vio minorado su sueldo este último años por la vía de la eliminación de un bonus que había venido cobrando hasta ahora. Así, Viacom sigue teniendo, de momento, a los mismos ejecutivos, si bien estos dejan de tener voz y voto en las juntas directivas y, por lo tanto, sufren una importante pérdida de poder. La salida de los mismos, no obstante, debe ser todavía por un juzgado de Delaware, que tendrá que determinar si se ajusta a derecho.

Y, aunque en la mayoría de los casos este trámite es una mera formalidad, puede que en esta ocasión la cosa se complique, ya que uno de los directivos expulsados ha presentado una demanda en contra de dicha operación. Fred Salerno, el ejecutivo que no ha dudado en litigar, afirma que la operación es «nula», y que viene producida por la injerencia de Shari Redstone, hija del multimillonario Summer, que es quien controla ahora los pasos de su padre, lo que trae de nuevo a la palestra el si el nonagenario magnate es capaz de actuar de manera independiente o, en este momento, ya es solo una marioneta en manos del primer ventrílocuo capaz de hacerse con él.

Según Salerno, la propia Shari se puso en contacto con él, cuando estaba organizando la operación. En una llamada telefónica le informó de sus planes de eliminar a los directivos «díscolos», pero que él permanecería en la mesa de dirección de Viacom si estaba dispuesto a colaborar con ella. Salerno, también según sus propias palabras, informó a sus compañeros de dicha conversación, pues está en contra de que la hija del multimillonario se haga con el control encubierto del grupo.

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