Conecta con nosotros

A Fondo

Project Starline: así imagina Google las videoconferencias del futuro

Publicado el

Si algo ha demostrado la pandemia es que casi todos odiamos las videoconferencias. Y es que aunque desde luego consiguen ofrecer cierta sensación de proximidad con la persona con la que conversamos, el «hablar con una pantalla» resulta monótono y cansado.

No es de extrañar por lo tanto, que desde hace unos meses se hayan multiplicado los anuncios que prometen videoconferencias diferentes y que pasan casi siempre por el uso de la realidad virtual o la realidad aumentada. Lo que no nos esperábamos sin embargo es que en esta última Google I/O, los de MountainView quisieran entrar de lleno en este campo con una propuesta que si finalmente se desarrolla, puede ser completamente arrolladora.

Hablamos de su «Project Starline«, una solución con la que Google promete a las empresas «videoconferencias» (si es que se las puede seguir llamando así) mucho más inmersivas, gracias al uso de hologramas y otras capacidades de realidad aumentada. ¿En que consiste exactamente?

En su fase de prototipo actual, Project Starline recuerda en cierta medida a uno de esos «fotomatones» que podemos encontrar en las estaciones de Metro de algunas ciudades y en otros espacios urbanos. Más grande y confortable por dentro eso sí, en este habitáculo nos encontramos con un asiento y un enorme pantalla a través de la cual podremos conversar con una persona que puede encontrarse a miles de kilómetros de distancia y que de la misma forma, estará «encerrada» en una cabina similar.

Cada una de estas salas cuenta con un complejo sistema de cámaras que, gracias a lo último en visión por ordenador, machine learning, audio espacial y compresión de datos en tiempo real, escanean constantemente al individuo, enviando su forma volumétrica a la cabina con la que permanece conectada, proyectándola sobre su pantalla.

De esta forma, Google consigue que la conversación no sea entre una persona y una «imagen en una pantalla», sino entre dos (o más) personas en 3D facilitando gracias a estos hologramas, una experiencia tan hiperrealista, que según la compañía, «el efecto que produce es la sensación de una persona sentada justo enfrente de ti, como si estuviera ahí mismo».

Para que esto sea posible, las imágenes se proyectan en pantallas de 65 pulgadas, y además de todo tipo de cámaras volumétricas (desde Google comentan que cuentan con más de una docena de sensores diferentes), el sistema destaca por ser capaz de comprimir esa enorme cantidad de información que se está generando en tiempo real y enviarla a kilómetros de distancia sin que apenas haya latencia. Al mismo tiempo, el software de Google corrige automáticamente luces y sombras, oscureciendo también el fondo de que cada interlocutor para que la experiencia sea aún más «real».

En estos momentos, Google ya está experimentando con algunas de estas cabinas en sus oficinas (comentan que Project Starline está presente en sus instalaciones de la bahía de San Francisco, Nueva York y Seattle) y que han empezado a hacer algunos proyectos piloto con socios seleccionados.

Uno de los socios que ya han tenido la oportunidad de probar «Starline» son los chicos de Wired, quienes destacan no solo la gran calidad de imagen, sino que todo ese rendering que normalmente se realiza en grandes estudios, no solo se esté produciendo en un espacio de dimensiones reducidas sino sobre todo, en tiempo real. Destacan este este sentido que toda esa cantidad de datos se envía a través de WebRTC, el mismo estándar que la compañía utiliza en Google Meet.

Esto no quiere decir que no haya mucho que mejorar. Como también cuentan en la publicación americana, esa sensación de volumetría solo se mantiene si nos mantenemos en la posición adecuada. Si en lugar de permanecer en el centro de la «sala» nos movemos algunos centímetros a izquierda o derecha, volveremos a charlar con una «imagen plana». Con todo y a falta de pulir detalles, en Wired reconocen que la «tecnología funciona e impresiona»

¿Cuándo llegará a las empresas? Teniendo en cuenta el historial de Google a la hora de lanzar y cancelar productos poco más tarde, es difícil de asegurar. Es probable que durante los próximos 1-2 años la multinacional mantenga su uso de forma interna y para un puñado de empresas para tal vez más tarde (2-5 años) y si todo va bien, anunciar la disponibilidad comercial de un producto que, a buen seguro, no será precisamente barato.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

Lo más leído