De la invasión de Ucrania a GPT-3: repasamos las noticias tecnológicas del año (I)

Deja muchos titulares tecnológicos el año que está a punto de terminar. De la esperanza de que 2022 podía ser el año de la recuperación, pasamos rápidamente a la preocupación que en todos nosotros provocaba la invasión de Ucrania. De repente, un mundo que debía dirigirse a una nueva normalidad, entraba en una profunda crisis provocada por el alza de los precios de la energía, una inflación disparada y una producción de componentes que no acaba de recuperarse.

Por supuesto, ha habido otras noticias que han dibujado un año diferente. Elon Musk decidía comprar Twitter y provocaba un terremoto cuyos temblores y réplicas aún estamos sintiendo; la IA se “desperezaba” de repente y nos mostraba las enormes posibilidades (y temores) que tenían algoritmos como Dall-E o Chat GPT-3 y los principales hiperescalares decidían que 2022 era el mejor año para estrenar sus nuevas regiones cloud en España. Os presentamos a continuación la primera parte del reportaje especial con el que queremos repasar las que han sido las grandes noticias tecnológicas de este año. Mañana, la segunda parte.

La guerra de Ucrania y la huida de la industria tecnológica de Rusia

Comenzamos 2022 pensando que lo peor de la pandemia había pasado y que el mundo podía volver a cierta normalidad. Y de repente, Putin comenzó a decir que Ucrania tenía que volver a la “madre Rusia” y la guerra que siguió se convirtió en la gran noticia trágica de este año, con tremendas consecuencias en todos los frentes. En el humanitario por supuesto, pero también en el energético, en el económico y en el tecnológico.

La invasión agravó la crisis de semiconductores y chips que el mundo lleva padeciendo desde hace tres años. Por primera vez, hemos podido asistir al aspecto real que tiene una ciberguerra cuando esta se desarrolla de forma pública y a gran escala. El conflicto armado provocó además que la inmensa mayoría de las empresas tecnológicas occidentales, cerrasen o vendiesen sus negocios en Rusia y que una gran parte del talento tecnológico del país euroasiático huyese del país ante el temor de ser llamados al frente.

Como contrapartida, el gobierno de Putin está cortando lazos con cualquier empresa que no esté en su órbita de influencia, ha comenzado a mirar a China como proveedor principal de componentes tecnológicos (aunque públicamente en Pekín se resisten a serlo por las posibles consecuencias) y ha aumentado la vigilancia de sus ciudadanos en Internet, amenazando de hecho, con llegar a desconectar por completo al país de la red de redes. A medio plazo, Rusia espera poder producir sus propios chips, pero ningún analista considera que esto sea una opción realista, lo que podría condenar a una de las principales potencias del mundo a ser un paria tecnológico si la situación no cambia.

De VMware a Orange: las adquisiciones del año

Que en buena parte de la industria tecnológica se haya terminado ese periodo expansivo que ha marcado los últimos años en el sector, no significa que 2022 no haya vuelto a ser un año casi récord en el terreno de las adquisiciones y fusiones. En primer lugar tenemos por supuesto la para muchos incomprensible adquisición de Twitter por parte de Elon Musk, que tras diversos amagos, acabó pagando 44.000 millones de euros por la red social.

Si nos vamos a la tecnología “corporate”, la adquisición más interesante que se ha producido este año, tal vez haya sido la de VMware, por la que Broadcom acabó desembolsando 61.000 millones de dólares; o la adquisición de Cerner por parte de Oracle, firmando así la compra más importante de su historia.

De impacto han sido también las dos grandes operaciones que Microsoft ha completado este año: la adquisición de Nuance y la del estudio de videojuegos Activision. En el terreno más creativo, los diseñadores se han visto impactado por la adquisición de Figma por parte de Adobe. Además hemos asistido al fin del culebrón de Citrix, cómo AMD recibía luz verde para completar la compra de Xilinx y en España, la fusión d los negocios de Orange y MásMóvil.

Elon Musk y la inexplicable adquisición de Twitter

Ninguna adquisición ha generado más la de Twitter por parte de Elon Musk. En primer lugar por lo inusitada que fue la oferta de compra, y el dineral que el dueño de Tesla afirmó que estaba dispuesto a poner sobre la mesa para hacerse con la red social. Pero después por esa extraña “marcha atrás” que da Musk y que a punto estuvo a costarle el ir a los tribunales, ya que una vez firmada la oferta de compra, se negaba a “pagar la cuenta”.

Lo más entretenido “desde fuera”, fue observar sin embargo, cómo en su posición de nuevo CEO, comenzó a tomar decisiones que, en el mejor de los casos eran polémicas y en el peor, completamente disparatadas. Al despido de la junta directiva, le siguió la renuncia de colaboradores clave y el despido de más de la mitad de los trabajadores de la empresa.

Y las turbulencias tan solo acababan de empezar. El huracán Musk provocó la salida de anunciantes, el fin de la moderación de los contenidos (lo que disparó los discursos de odio), la suspensión (para después dar marcha atrás) de cuentas de periodistas, la prohibición de enlazar a otras redes sociales y finalmente, una delirante encuesta que acabó con la sustitución del propio Musk ak frente de la red social.

Desde Dall-E a Chat GPT-3: la IA comienza a “asustar”

Puede pasar que durante años, las grandes promesas tecnológicas parezcan poco más que castillos en el aire, para de repente, materializarse con una fuerza descomunal. Es precisamente lo que hemos comenzado a experimentar este año con la Inteligencia Artificial.

En primer lugar, hemos descubierto cómo algoritmos como Dall-E o Stable Diffusion, ponían al alcance de casi cualquiera complejos sistemas de generación de imágenes basados redes neuronales de aprendizaje profundo, que permiten a partir de descripciones de texto, generar todo tipo de ilustraciones e incluso, obras artísticas, con un mínimo esfuerzo.

Y cuando aún no nos habíamos recuperado del impacto de lo que este avance podría suponer para diseñadores, artistas digitales y otros profesionales de la imagen, a finales de este año llegaba Chat GPT-3, un algoritmo que cambia por completo nuestra relación con la búsqueda de contenidos en Internet y que podría hacer temblar a la misma Google.

El año del metaverso que no fue

Si este ha sido el año de la IA, no puede decirse lo mismo del metaverso. Las altas expectativas que precisamente puso Meta en el desarrollo de este universo virtual, quedaron frustradas rápidamente cuando con el paso de los meses, comenzamos a descubrir el escaso avance técnico y lo que es peor, el nulo interés que tenían los proyectos que se ponían en marcha.

Desde un evento patrocinado por la Comisión Europea al que solo se presentaron seis personas, pasando por iniciativas municipales como el Benidorm virtual o el hub de realidad virtual patrocinado por Telefónica, si algo ha demostrado el metaverso es que aún se encuentra dando sus primerísimos pasos. Y es que ni siquiera los empleados de la compañía de Zuckerberg están convencidos de que su proyecto estrella avance.

Que desarrollar esta tecnología esté costando tanto, ha provocado el desplome de Meta en Bolsa, lo que además, se ha traducido en el despido de casi el 15% de los empleados y la salida de la empresa de John Carmack, una de sus figuras clave. En estos momentos la tecnología solo está encontrado aplicaciones muy limitadas en el sector industrial y en el mejor de los casos, habrá que esperar entre cinco y diez años para que comience a cumplir alguna de esas promesas que nos hicieron hace una década.

Tras el fracaso de Zuckerberg, la esperanza pasa por Apple, esa compañía capaz de triunfar donde otros fracasaron y de la que se confía que en 2023 presente su primer dispositivo para este nuevo mundo.

En la segunda parte de este especial analizaremos además cómo junto al metaverso han comenzado a desaparecer los sueños de los que pensaban que podían hacerse ricos invirtiendo sus ahorros en criptomonedas, o cómo los países compiten de forma descarnada para convencer a las productoras de chips para que inviertan en nuevas fábricas en sus territorios. ¡No te lo pierdas!