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La publicidad programática llega a las webs con contenido generado por IA

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La IA Generativa al servicio de los estafadores. Una peligrosa práctica se está poniendo en funcionamiento en Internet. Los chatbots se están empleando para generar contenidos masivos y sin ningún tipo de valor sustancial para llenar páginas webs y así atraer a anunciantes de pago. De hecho, más de 140 grandes marcas están pagando actualmente por anuncios que acaban en sitios poco fiables creados por IA.

Estas conclusiones pueden extraerse del nuevo informe elaborado por la Organización de Investigación de Medios, NewsGuard. Llama la atención que el 90% de los anuncios de grandes marcas que se encontraron fueron facilitados por Google, pese a que la compañía cuenta con una política que prohíbe la colocación de anuncios en páginas que incluyan contenidos spam creado automáticamente.

NewsGuard es capaz de detectar unas 25 nuevas webs generadas por IA a la semana. Solamente, entre abril y junio, ha encontrado 217 webs sospechosas de spam en hasta 13 idiomas diferentes. El servicio de IA de NewsGuard es capaz de buscar fragmentos de texto en los sitios web o posibles fallos para posteriormente ser sometidos a una supervisión humana rigurosa.

Las investigaciones rigurosas de NewsGuard concluyeron que una cuarta parte de los sitios marcados contenían anuncios programáticos de grandes firmas. De hecho, de los 393 anuncios encontrados en sitios generados por IA, 356 eran de Google.

Ante esto, Michael Aciman, responsable de Comunicación de Google, se defiende asegurando que cuentan con políticas estrictas que rigen el contenido que puede monetizarse. Al aplicar esas políticas tan estrictas, Google se centra en un contenido de calidad, sin tener en cuenta cómo se ha creado, asegurando que bloquean o eliminan los anuncios si detectan posibles infracciones.

Además, asegura que la presencia de contenido generado por IA no es una infracción inherente, por lo que los actores nocivos pueden aprovechar la tecnología para eludir sus políticas y sistemas de aplicación, incluso violando las políticas de calidad.

Una encuesta reciente elaborada por la Asociación Nacional de Anunciantes determinó que el 21% de las impresiones publicitarias de su muestra iban destinadas a estos sitios. Así pues, pueden llegar a malgastarse al año unos 13.000 millones de dólares en todo el mundo (poco más de 11.900 millones de euros).

Los anunciantes no son conscientes de esta situación. Ellos siguen invirtiendo y pujando por la publicidad programática, es decir, una serie de algoritmos que colocan los anuncios en diferentes sitios web en base a unos complejos cálculos que permiten optimizar el número de veces que puede el anuncio atraer a su público objetivo. Es por ello que las marcas llegan a pagar por webs que no conocen, sin supervisión previa, generándose en ese preciso instante la estafa de las webs de contenidos generados por IA.

Cómo funcionan estos ‘sitios basura’

Cuentan con personal, normalmente mal pagadas, que se encargan de generar contenidos de baja calidad para atraer ingresos publicitarios. Para ello, emplean tácticas como el clickbait, vídeos de reproducción automática y anuncios emergentes que permiten sacar el máximo dinero posible a los anunciantes.

Con esta fórmula, son capaces de crear hasta 1.200 artículos al día. Muchos cuentan con imágenes generadas por IA y biografías de autores falsos. Hay que tener en cuenta que el coste medio de un anuncio programático es de unos 1,21 dólares (1,11 euros) por cada 1.000 impresiones a fecha de enero de 2023.

Empresas de todos los sectores (financiero, minorista, automovilístico, sanitario y de comercio electrónico) apuestan por la publicidad programática de Google, siendo conocido este servicio como Google Ads. Éste reporta unos ingresos de 168.000 millones de euros anuales en 2023.

Se convierten en un serio peligro para los usuarios, pues un sitio escrito con IA, MedicalOutline.com, recogía artículos que difundían desinformación perjudicar para la salud con remedios milagrosos y sin pruebas científicas fehacientes. En este sitio web se encontraron anuncios de hasta nueve grandes marcas, entre ellas, el banco Citigroup o el fabricante de automóviles Subaru.

Existe una tendencia generalizada, especialmente entre las nuevas generaciones, de apostar por estas granjas de contenidos basura en las que se apuesta por la desinformación y se utiliza la IA como forma de obtener rápidos ingresos. La publicidad programática se ha convertido en una naturaleza opaca difícil de detectar.

Se estima que el coste de la generación de contenidos es inferior al 5% del coste total del funcionamiento de una web, hecha exclusivamente para alojar publicidad. No existe como tal una solución sencilla para acabar con este problema de los anuncios programáticos.

Quizás todo pase porque los responsables políticos controlen la publicidad programática y se aseguren de que existen mecanismos sólidos para regular la desinformación (directa o indirecta).

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