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Los creadores de las baterías recargables de ión-litio reciben el Premio Nobel de Química

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Las baterías recargables de litio son un elemento imprescindible para el funcionamiento de muchos dispositivos electrónicos. Sin ellas, es probable que no existiesen smartphones y tablets. Y los ordenadores portátiles no lo serían tanto. Es probable que ni siquiera existiesen. Al menos, no tal como los conocemos en la actualidad. Son responsables de un gran avance en muchos campos y sus creadores han conseguido una verdadera revolución con ellas en nuestro estilo de vida. Así lo ha reconocido también por fin, años después de su salida al mercado en 1991, la Real Academia de las Ciencias Sueca, que tal como señalan nuestros compañeros de Muycomputer, les ha otorgado el Premio Nobel de Química.

Los premiados, que se repartirán los 900.000 dólares del premio, son el japonés Akira Yoshino (Universidad Meijo de Japón y Asahi Kasei Corp), el británico Stanley Whittingham (Universidad Binghantom, del estado de Nueva York) y el estadounidense John Bannister Goodenough (Universidad de Texas en Austin). Este último, según destaca Scientific American, se ha convertido en el galardonado con este premio de mayor edad, puesto que tiene 97 años.

La Real Academia de las Ciencias Sueca ha destacado que el trabajo realizado por los tres, y por el que han obtenido el premio, «sentó las bases para una sociedad inalámbrica y libre de combustibles fósiles«. También han hecho hincapié en la reducción de las emisiones de gases que su uso y mejoras tienen como resultado. Además, también señalan que la tecnología que está detrás de estas baterías destaca por su ligereza, su gran capacidad de energía y su resistencia a la descarga. Además, también recuerdan que estas baterías experimentan muy poco «efecto memoria» y que son capaces de funcionar incluso después de haber soportado un elevado número de ciclos de recarga.

Las baterías de litio, mucho más pequeñas y potentes que las baterías desarrolladas hasta su aparición y popularización, no solo están presentes en smartphones y portátiles. También han llegado a los coches eléctricos, e incluso a dispositivos dedicados a la producción de energías renovables, como los paneles solares. Así lo ha recordado Olof Ranstrom, miembro del comité encargado de otorgar el Premio Nobel de Química y el encargado de comunicar el galardón de este año.

Estas baterías llevan ya varios años siendo candidatas al Nobel. Su desarrollo empezó allá por la década de los 70, cuando Whittingham empezó a investigar los posibles usos del litio, el metal más pequeño y ligero de la table periódica. Su tamaño y peso hicieron posible empaquetar mucha cantidad de litio en un espacio muy reducido, a diferencia de lo que sucedía con las pilas de ácido, grandes y pesadas, que se utilizaban entonces.

Además, el litio prestaba sus electrones con facilidad, y las baterías producen electricidad cuando los electrones van del ánodo al cátodo. Whittingham puso litio metálico en un extremo y un material en capas denominado disulfuro de titanio y que tenía capas que podían capturar los electrones. Lo malo es que esta combinación de materiales podía explotar. Entonces hacia 1980, Goodenough cambió el titanio por otro material en capas, óxido de cobalto, que era más estable. Esta batería resultante era también más potente, puesto que tenía 4 voltios en vez de las dos de la batería de Whittingham.

En 1985 fue Yoshino el que cambió el material del ánodo de la batería por carbón de petróleo, componente al que añadió litio. Entonces, los electrones consiguieron pasar de manera sencilla y segura entre ánodo y cátodo, sin reaccionar con los materiales de alrededor, y sin degradarlos. Esta batería consiguió tener una vida duradera y poder recargarse muchas veces sin perder rendimiento. De ahí a su salida al mercado, en 1991, solo hubo que optimizar las baterías un poco par que comenzase una nueva vida para la electrónica móvil.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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