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Mujeres en tecnología: opiniones políticamente incorrectas

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Hace unos días saltó la polémica en el mundo de la tecnología por un memorando escrito por James Damore, que entonces trabajaba para Google. En el texto, Damore criticaba la política de diversidad de género de su entonces empresa (fue despedido días después a raíz de la polémica que ocasionó el texto), y alegaba que el motivo de que no haya tantas mujeres como hombres en las tecnológicas reside en diferencias biológicas y psicológicas con los hombres. Además, cargaba contra las políticas de discriminación positiva en Google por sexo o raza.

La polémica levantada por el escrito de Damore ha sido tremenda, ya que decir lo políticamente incorrecto no solo no está de moda sino que es tanta la presión para pensar como unos cuantos que es más cómodo agachar la cabeza y decir sí a todo. Por ello, estas declaraciones, que no dejan de ser una opinión personal tan respetable como otra cualquiera, ha levantado ampollas dentro y fuera de Estados Unidos.

Tal como ven desde Forbes el memorando, la idea que parece desprenderse de su contenido es que el hecho de que haya una escasa representación de mujeres en el sector tecnológico se debe a las elecciones que ellas hacen. Esto se debe a que las capacidades de las mujeres son parecidas a las de los hombres, pero es posible que sus intereses no lo sean. Las mujeres parecen preferir el trabajo con humanos y animales en vez de hacerlo con objetos o conceptos abstractos. Les gusta ver que ayudan a otros, y valoran el tiempo para ellas mismas y para la familia más que los hombres.

Por descontado, esto no es así en todos los casos, pero en general, las mujeres son más propensas a preferir trabajos que no son los típicos de la tecnología. Por lo tanto, ¿que puede hacer un responsable de tecnología con un equipo de empleados compuestos sólo por un 20% de mujeres? ¿y a qué se debe que no sean más?

Una de las razones que se da para ello es la cultura, y es la postura que Google y otras tecnológicas parecen estar adoptando con respecto a la diversidad de género. Sheryl Sandberg, COO de Facebook, lo pone de manifiesto en su opinión sobre este asunto: «La desigualdad en tecnología no es debe a diferencias de género, sino a estereotipos culturales que siguen vigentes. Tenemos que esforzarnos más«. Bajo este punto de vista, los directivos deberían hacer que todos se formen en diversidad, en especial los hombres. Después de todo, las mujeres ya son casi la mitad en otras profesiones, como la de médico o abogado, por lo que debería ser posible cambiar los estereotipos culturales también en el sector de la tecnología.

Libre elección

Otro punto de vista, el basado en la elección de cada uno daría como resultado una gestión diferente de este equipo. Para empezar, la actitud del directivo sería que no hay nada malo en un departamento en el que solo hay un 20% de mujeres. Pero debería reconocer que el entorno del equipo no siempre es el más cómodo para ellas.

En el marco actual, que es muy competitivo para el talento técnico, los empleadores no deberían evitar a una gran cantidad de empleados o potenciales trabajadores solo en base a porcentajes. Según Forbes, la contratación debería realizarse en base a las habilidades de cada individuo y sis intereses. Por lo tanto, el jefe debe asegurarse de que el entorno de trabajo es cómodo para todos, tanto hombres como mujeres. Deberían prohibirse los chistes subidos de tono y las imágenes sexistas, y decirse a todos que sean educados y respetuosos con sus compañeros.

Desde una perspectiva de empresa, la elección entre estos dos puntos de vista reside en lo que es lo mejor para la realización del trabajo técnico. Además, la retención del talento es vital en la empresa. Si la elección de las mujeres pasa por trabajos distintos a los tecnológicos, la empresa estará mejor alejada de guerras culturales y de los enfrentamientos entre géneros en su seno. Y si Damore está equivocado, y la cultura empresarial es la razón principal que hace que las mujeres cuenten con una baja representación en el sector tecnológico, las empresas sólo tendrán acceso a una gran cantidad de talento si son capaces de conseguir el entorno de trabajo adecuado para una mayor diversidad de género.

Los directivos pueden decidir no tomar parte en esta polémica, pero ataca una decisión empresarial muy importante. No pueden evitar tomar una decisión en lo que respecta a la gestión de su plantilla dedicada a labores tecnológicas. Y si no toman la decisión correcta, la capacidad de implementar soluciones tecnológicas para las necesidades de la empresa puede verse afectada.

 

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