Roaming en Europa: no será eliminado, sino limitado

Los europeos que viajan a terceros países se alegraron mucho cuando se anunció que la Unión Europea iba a restringir el polémico roaming de cara al año 2017. A su vez, fueron muchos los que dieron la voz de alarma de que esta decisión lastraría los ingresos de los operadores. Ahora, parece ser que la Comisión Europea ha tomado una decisión salomónica, puesto que el roaming no será erradicado, sino que los usuarios podrán disfrutar de un límite máximo de tiempo sin que se les aplique esta tarifa.

De este modo, se ha dado a conocer que existe un primer borrador de la Unión Europea, que debe ser negociado y aprobado por los Estados miembros, donde se establece una serie de medidas para tratar el uso del roaming por parte de las operadoras. Así pues, para evitar el abuso y facturas desorbitadas para los ciudadanos europeos, la nueva normativa pendiente de aprobación ya establece un límite anual de 90 días para el uso de este tipo de tarifa móvil en otro territorio europeo, por lo que si no se supera esa cantidad de tiempo en el extranjero, se deberá tarifar al usuario al mismo precio que el contratado en su país de origen.

La intención del organismo europeo es que la nueva normativa relativa al roaming sea de aplicación de cara al mes de junio del año 2017. Así las cosas, una vez superado el límite anual establecido, el consumidor deberá pagar cargos adicionales inherentes al roaming. Eso sí, la Comisión Europea ha marcado como pauta el cobro de 4 céntimos por minuto, un céntimo por SMS enviado y 85 céntimos de euro por MB consumido fuera de las fronteras del país de origen.

Sin embargo, los ciudadanos europeos que su hogar se encuentre cerca de la frontera entre dos países y que demuestren que debido a motivos personales o laborales deben cruzar la frontera, a diario o varias veces por semana, tendrán una tarifa diferente acorde con su situación; donde el roaming sí que podría llegar a ser ilimitado, siempre que se cumplan todos los requisitos.

Por su parte, la regulación comunitaria permitirá a las operadoras europeas cobrar más del tope indicado siempre que evidencien que este aumento de la tarifa es imprescindible para ofrecer un buen servicio, para que no se vean repercutidos negativamente en al menos un 5% por los costes del servicio y su mantenimiento de línea, al igualar la tarifa de itinerancia al mismo nivel que en el país de origen.