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Europa baraja el adiós a las monedas de uno y de dos céntimos

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El salto al euro marcó un antes y un después que cambió para siempre nuestro estilo de vida. Con la adopción de la moneda comunitaria dimos un paso más en nuestra integración en Europa, pero al mismo tiempo tuvimos que asumir un periodo de adaptación que algunos todavía no han logrado superar.

La llegada del euro tuvo lugar en 1999, es decir, hace ya alrededor de 21 años. Ha pasado mucho tiempo pero la nostalgia hacia la peseta sigue presente en la cabeza de muchos españoles, que se aferran al pasado y a la idea de que los precios hace 20 años eran más bajos que ahora. Es normal, lo mismo ocurriría sin comparásemos los precios de 1980 y los de 1999.

Desde la llegada del euro hemos convivido con diferentes tipos de monedas y de billetes. Europa puso en circulación monedas que partían desde un céntimo de euro hasta un valor máximo de dos euros, y billetes que iban desde los 5 hasta los 500 euros.

El uso de esas monedas y billetes varía mucho en función del sector y del nivel en el que nos centremos. Por ejemplo, a nivel doméstico se utilizan valores más bajos, mientras que en entornos profesionales se manejan monedas y billetes con un valor mucho mayor.

Sin embargo, parece que Europa no está contenta con las monedas de uno y de dos céntimos, hasta tal punto que la Comisión Europea ha lanzado una consulta pública que plantea la posibilidad de eliminar por completo dichas monedas. Sé lo que estás pensando, que no tiene sentido ya que no sería posible utilizar precios del tipo «9,99 euros» y similares, y sí, tienes razón, pero en el fondo no es un problema grave, ya que se podría resolver con un redondeo al alza que evite ese tipo de cantidades.

Todavía no hay nada decidido, pero Europa va muy en serio con esta medida. Si acaba saliendo adelante y se produce la desaparición de las moneas de uno y de dos céntimos los redondeos se harán partiendo de la moneda de cinco céntimos como valor mínimo. Así, si un producto cuesta, por ejemplo, 5,11 céntimos, el redondeo será de 5,10 céntimos, pero si fuese de 5,14 céntimos, el redondeo sería de 5,15 euros. Siempre se optaría por redondear a favor del valor más cercano al múltiplo de cinco.

Hasta aquí todo claro, ¿pero por qué quiere Europa eliminar las monedas de cinco céntimos? Hay muchas razones, la verdad. Por un lado está el hecho de que su valor está por debajo de su coste de fabricación, un problema al que debemos unir que son poco populares y que se evita su utilización en muchas ocasiones, y también que al estar fabricadas con cobre tienen un impacto negativo en el medio ambiente.

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