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La CE dispuesta a rebajar sus normas de competencia para atraer a los fabricantes de chips

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Intel planea invertir más de 80.000 millones de euros en fábricas de chips en Europa en 10 años

La Unión Europea necesita romper la tremenda dependencia que tienen de países como Taiwán o Corea del Sur en el terreno de los semiconductores. Y para conseguirlo, precisa de forma cada vez más urgente, que los grandes fabricantes de chips decidan poner marcha plantas de producción en Europa.

Tan vital se ha convertido conseguir cierta autonomía es este sector estratégico, que la Comisión se inclina incluso por suavizar las férreas normas con las que fiscaliza las ayudas estatales. De hecho en lo que sería en una enmienda a la política económica de la UE de los últimos 20 años, estaría dispuesta a hacer excepciones para estos fabricantes, si de esta forma se consigue que algunas de las empresas más punteras inviertan en el viejo continente.

La noticia la daba hace unos días la Comisaria Margrethe Vestager, al tiempo que limitaba sin embargo, las aspiraciones francesas para que este tipo de ayudas no encuentren restricción alguna. En este sentido la Comisión, que supervisa la política antimonopolio en los 27 países de la UE, «tratará de garantizar que estas ayudas estén sujetas a fuertes garantías de la competencia y que los beneficios se repartan ampliamente y sin discriminación en toda la economía europea», aseguró en rueda de prensa.

La política comunitaria añadió además que cada solicitud sería examinada de cerca por la CE y que se valorarían especialmente aquellos proyectos que tuviesen un carácter europeo, de modo que se evitase entrar en una «carrera por las mejores subvenciones» dentro y fuera de la Unión.

El anuncio de la Comisión es especialmente significativo en un momento en el que a la crisis de suministros, se une la aprobación de la CHIPS for America, con la que Estados Unidos quiere competir con los países asiáticos en este terreno y la pasada declaración de Bruselas con la que se compromete a doblar el número de chips que se producen en territorio comunitario de aquí a diez años.

Como muchos sabéis, en estos momentos el proyecto más prometedor a corto plazo es la inversión de hasta 80.000 millones de euros por parte de Intel en la próxima década, con Francia y Alemania como los países más probables en los que la multinacional americana acabe instalando su nueva planta de semiconductores.

Según los cálculos de la propia Comisión, la construcción de una factoría de este tipo podría añadir entre 77.000 y 85.000 millones de euros de PIB adicional al continente en ese mismo periodo de tiempo, lo que duplicaría el coste de su puesta en marcha. Con eso y con todo, naciones más pequeñas como Irlanda o Países Bajos, creen que los previsibles subsidios a Intel podrían poner en riesgo la justa competencia entre los países miembros…por lo que la CE va a tener que hilar fino en la materia.

Por otra parte, desde el organismo europeo se ha insistido que se van a seguir manteniendo los controles sobre operaciones y adquisiciones en el sector tecnológico y casos como los de NVIDIA y ARM, son solo un aperitivo de lo que podríamos ver en futuras operaciones.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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