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Rigetti consigue desarrollar un procesador de 80 qubits

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Rigetti consigue desarrollar un procesador de 80 qubits

La startup de computación cuántica Rigetti tiene varias novedades en hardware de computación cuántica. Para empezar, sus usuarios ya pueden acceder a su chip de última generación, Aspen-11, de 40 qubits y que promete un rendimiento mejorado. Además, varios de sus clientes podrán acceder a su procesador de 80 bits, conseguido mediante la unión de dos chips de 40 qubits, para probarlo.

Por otro lado, en Rigetti han confirmando que están explorando la posibilidad de permitir a los probadores acceder a un tercer estado energético de su hardware de superconducción, lo que permitiría convertir sus qubits en qutrits, y por tanto, la manipulación de muchos más datos con el hardware que ya existe. Para conseguirlo, Rigetti ha modificado su software de control para que haya acceso programable a uno de los estados de mayor energía.

En el caso de los procesadores tradicionales, los avances suelen medirse en velocidad de reloj, conteo de núcleos y uso de energía. En el caso de los ordenadores cuántico, una de las medidas más críticas es la tasa de error, ya que los qubits pierden la cuenta de su estado mientras que el hardware digital no. Con Aspen-11, Rigetti asegura que hay un tipo de error concreto, la lectura del estado del qubit, que se ha reducido a la mitad.

En términos de velocidad de reloj, esto se traduce en cómo de rápido puedes pasar señales que inducen qubits a realizar operaciones. En esto, Rigetti asegura que hay una mejora en velocidad de 2,5 veces. Se trata de una mejora crítica, porque los qubits tienen a perder su estado con el paso del tiempo. Y cuantas más operaciones puedas realizar en un periodo de tiempo concreto, más probabilidades de conseguir un conjunto de manipulaciones complejas antes de que el procesador pierda su estado.

Esto, sumado al aumento en el número de qubits, muestra las mejoras y evolución del desarrollo en computación cuántica. De ellas, el Aspen-M de 80 qubits representa un avance más significativo, ya que Rigettu lo describe como un chip ensamblado a partir de dos chips de 40 qubits.

Aunque son bastante pequeños, los qubits son grandes si se comparan con las funciones del hardware de proceso tradicional. Las señales que controlan, len y escriben datos de los qubits también precisan unas conexiones mayores con el procesador. Esto implica que, probablemente, hay un límite a cuántos qubits se pueden integrar en una pieza de hardware.

Por eso hay varias empresas que ya están hablando de la necesidad de utilizar más de un chip para aumentar el conteo de qubits. Si con el paso dado por Rigetti para solucionar el problema con la suma de chips, ha despejado un problema importante en computación cuántica. Y si esta solución puede escalarse y dar otros chips de la unión de más de dos, podría ofrecer una hoja de ruta obvia para hacer que el conteo de qubits suba con rapidez.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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