Toshiba logra por fin la aprobación de su auditor y mejora su situación en la bolsa

Tras varios trimestres sin que PriceWaterhouseCoopers Aarata, auditora de Toshiba, aprobase las cuentas del grupo japonés, su situación en el mercado de valores era bastante delicada. Pero finalmente, Toshiba ha conseguido la aprobación de la entidad para sus cuentas, lo que entre otras cosas ha evitado su inmediata salida de la lista de valores del mercado de Tokio. La compañía nipona consigue así un poco más de aire mientras trata de mejorar su situación y de desbloquear la venta de su división de chips, que precisa para obtener liquidez para solventar la crisis abierta por el retraso en la construcción de dos nucleares en Estados Unidos y que ha causado la bancarrota de su división estadounidense Westinghouse.

Los resultados de Toshiba que ha aprobado la empresa auditora corresponden al segundo trimestre de 2017, así como a los anuales de 2016, los obtenidos entre marzo de 2016 y el mismo mes de 2017. Eso sí, en la empresa no se han librado de que la PriceWaterhouseCoopers Aarata critique su gestión, ya que ha emitido lo que se denomina «opinión adversa» sobre los controles internos de Toshiba, algo muy poco común. Esta mención se debe a que, al parecer, las pérdidas ocasionadas por la bancarrota de Westinghouse no estaban registradas en tiempo y forma.

Al parecer, las pérdidas recogidas por la bancarrota de Westinghouse en el año fiscal 2017 deberían haberse registrado durante el año anterior, aunque Toshiba ha comunicado que no está de acuerdo con las afirmaciones de su auditor al respecto. Si las pérdidas se hubiesen registrado según las indicaciones de PwC, el grupo nipón habría registrado unos costes negativos durante dos años seguidos, lo que generalmente activa la salida del Mercado de Valores de Tokio.

A pesar de lo poco habitual de esta valoración negativa de la gestión de Toshiba, ya había indicios de que se podría producir, pero podría haber sido mucho peor. Según Reuters, el mes pasado apareció una noticia en el periódico japonés Asahi, en la que se recogía que la auditora estaba pensando únicamente en emitir dicha opinión negativa y sin aprobar las cuentas, lo que habría conducido a la salida de Toshiba del mercado de valores de Tokio de inmediato.

Las consecuencias de la salida de Toshiba de la bolsa serían catastróficas para Toshiba, puesto que tendría todavía menos posibilidades de conseguir el dinero que necesita para salir adelante y que saldrá, si todo va bien, de la venta de su división de fabricación de chips de memoria, responsable del 94 por ciento de los beneficios operativos de Toshiba entre abril y junio.