Mineros y orfebres de los datos en las empresas

Los datos son una materia prima con un valor reconocido, muchas veces similar al oro. Como aquellos buscadores que una vez cruzaron continentes en busca del preciado metal, muchas empresas hoy día no reparan en gastos para recoger tantos datos como les sea posible y poder utilizarlos en su toma de decisiones. Como el oro, los datos también tienen un valor de mercado incluso en esta economía incierta, y justo igual que el oro debe ser extraído y procesado para crear objetos de mayor valor, los datos tienen que ser recogidos, cotejados y analizados para ofrecer a las empresas un conocimiento valioso de su ‘oro digital’.

Y en cada paso de este proceso las personas son fundamentales. Mucho se habla de los volúmenes de datos creados y procesados por potentes máquinas, pero sin un equipo humano el valor de los datos no puede ser aprovechado. Igual que un orfebre puede doblar o triplicar el valor del oro convirtiéndolo en un anillo, profesionales capaces pueden convertir los datos en conocimiento, aplicaciones o completos modelos de negocio de un increíble valor. Para tener éxito en una economía impulsada por los datos, las empresas necesitan visionarios que pueden imaginar y explorar el valor que existe dentro de ellos; necesitan pensadores inspirados que puedan diseñar la forma de desbloquear ese valor; y necesitan mentes técnicas y solucionadores de problemas que puedan domar el gran poder de tecnologías como el cloud para conectar los datos y buscar el conocimiento dentro de ellos.

Cualquier plan de negocio que busque aprovechar el valor de los datos no debe subestimar el papel que las personas juegan junto a las máquinas y a los propios datos. Cada compañía necesita encontrar el equilibrio perfecto de cada uno, la ‘proporción áurea’ donde las personas adecuadas estén trabajando con los datos precisos y con las herramientas apropiadas para extraer el máximo valor.

Ha habido una corriente de predicciones sobre cómo el Internet of Things (IoT) cambiará la forma en que trabajan las empresas, por ejemplo. Pero aparte de unos cuantos grandes jugadores, la mayoría de las organizaciones industriales utilizan solo una fracción de sus datos de IoT, y muchas solo están arañando la superficie de lo que podrían lograr si llegan a analizar toda esta información.

¿Qué les está frenando?

Ciertamente cuentan con datos suficientes, y existe la tecnología adecuada para recogerlos y analizarlos, pero muchas veces carecen de las personas adecuadas. Las personas están en el centro de la planificación y la toma de decisiones, y a pesar de todos los avances tecnológicos, como la inteligencia artificial y el Machine Learning, solo las personas pueden asegurar que la empresa está trabajando con los datos apropiados, haciendo las preguntas precisas a sus sistemas analíticos y, más importante, aplicando todos esos aprendizajes de la forma correcta para responder a las necesidades y problemas de la compañía. Algunas empresas pueden pensar que más máquinas y más datos son la respuesta, pero para inclinar la balanza a su favor lo que necesitan es un equipo humano adecuado.

Sin duda se está produciendo una búsqueda de oro ahora mismo, y las personas serán los mineros y los orfebres de las empresas orientadas a los datos del mañana.

Enrique Martín Casado, director de preventa de Tecnología de Oracle Ibérica.