Cambios fiscales en California, ¿buenos o malos para las tecnológicas?

El estado de California, Estados Unidos, es sin duda la Meca del sector tecnológico. En sus valles y ciudades florecen start-ups como margaritas en primavera, y muchas de las tecnológicas más grandes del mundo tienen allí sus sedes principales. Sin embargo, también es uno de los estados con mayores tasas impositivas, algo que afecta tanto a empresas como a trabajadores. Sin embargo, esta situación ha cambiado con los cambios fiscales impulsados por la administración Trump. Y es que, pese a que las malas previsiones al respecto emitidas por las autoridades del estado, según apunta hoy un artículo de la Agencia Reuters parece que no solo las grandes tecnológicas disfrutarán de grandes recortes de impuestos y la de posibilidad de recuperar miles de millones de dólares, desde el extranjero a con unas tasas reducidas.

Según plantea el artículo, también bastantes trabajadores de California saldrán ganando con este cambio de normativa. Los que más, sin duda, los profesionales independientes, así como aquellos que tienen participación en las empresas en las que trabajan. Y esto, aunque aquí no es tan común, sí que se da habitualmente en la cuna de las startups, pues no olvidemos que en muchas de ellas, los trabajadores son también sus creadores o, como mínimo, cobran parte de sus retribuciones en forma de participaciones en la empresa, ya sea con opciones sobre acciones o con instrumentos similares.

Además, otra ventaja para este tipo de perfiles es que, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, cuando un trabajador empleaba sus opciones sobre acciones, se veía obligado a tributar de inmediato sobre dicha operación. Ahora, con el cambio, es posible diferir dichas obligaciones fiscales, lo que puede dar un margen de seguridad si, por ejemplo, la compañía todavía es privada pero va a pasar a ser cotizada próximamente. También tendrán más posibilidades, tributariamente hablando, en lo referido a las denominadas «opciones sobre acciones de incentivo», con las que algunas empresas premian a sus empleados.

En cuanto a prestadores de servicios, profesionales liberales, etcétera, es decir, trabajadores que no sean asalariados por cuenta ajena, la mejor noticia para ellos es que se beneficiarán de una nueva deducción del 20 por ciento de los ingresos comerciales. También los asalariados se beneficiarán de ciertas mejoras, si bien es cierto que, según algunos expertos consultados por la agencia de noticias, al estar directamente relacionados con el volumen de ingresos y no existir tramos especiales para los empleados con las rentas más bajas, estos serán los que menos disminución de la presión fiscal experimentarán.