Opinión
Inteligencia Artificial, Robótica y el futuro del trabajo
Globalización y Tecnologías de la Información Digitales van a causar un efecto disruptor tan fuerte en el ámbito laboral, que la adaptación y la formación profesional continua de los trabajadores/as va a ser arma esencial para sobrevivir en un entorno difícil para el profesional y el mantenimiento de su puesto de trabajo.
Hollywood va siempre con los tiempos: si están de moda las guerras de Iraq y Afganistán o la Gran Recesión Económica de los últimos diez años, por poner dos ejemplos, los títulos de las películas que tratan esas temáticas son incontables. Hoy las tecnologías de la Digitalización, especialmente, Inteligencia Artificial, Robótica, Ciberseguridad están al orden del día. Lejos quedan las cuatro primeras películas de la Saga Terminator. La quinta, reciente, trata de IA y Robótica de la misma manera en que se trata en Silicon Valley. Y “Morgan” (Paul Giamatti), “Ghost” (Scarlett Johansson), “Firewall” (Harrison Ford), Singularity (John Cusack) “Origin Unknown”, (Katee Sackhoff), “Genesis” (Olivia Grant), I.T. (Pierce Brosnan), “Trust” (Clive Owen), “Desconexión” (Jason Bateman), “Blackhat” (Chris Hemsworth), “Inteligencia Artificial” (Johnny Depp), “Bureau of Humanity” (Nicolas Cage) y muchas más…
Todas tienen en común que están protagonizadas por actores y actrices famosos, lo que da idea de la importancia de la temática; segundo, no son películas de ciencia ficción, sino que se basan en la realidad que les muestra Silicon Valley. Tercero, en todos los casos los humanos salimos perdiendo: perdemos nuestra privacidad e intimidad; somos controlados por la inteligencia artificial, que toma decisiones por nosotros porque dispone de Big Data para prever cualquier escenario y tomar la mejor decisión más informada. La IA toma el control, dice lo que hay que hacer y los humanos ejecutamos. Eso, cuando no somos sustituidos como trabajadores por robots, como en la película de Will Smith “Yo Robot”, de 2004. En todos los casos, también, la Inteligencia Artificial evoluciona y toma conciencia de sí misma, llegando a la conclusión de que las máquinas son perfectas y lo humanos no y, puesto que, según IA, la mayor amenaza para la humanidad somos los propios humanos por nuestra propensión a la guerra, la conclusión lógica de la IA es que la raza humana debe ser exterminada. “Buenas noticias”…
Por supuesto, son solo películas. Pero, según la presidenta y CEO de IBM, Virginia Rometty , “aún faltan dos o tres décadas para que robots con inteligencia artificial se comporten como los humanos”. Por tanto, Rometty da por supuesto que sí se llegará al estadio de “Yo Robot”, pero habrá que esperar 20 ó 30 años. Mientras, podemos consolarnos con los vehículos autónomos y con las “Inteligencias Artificiales” de Apple, Google, Microsoft, Salesforce, Amazon, Facebook y, en España, de Telefónica. Su presidente, José María Álvarez-Pallete presentó en 2018 “Aura”, la inteligencia artificial de la Telco Digital española y la compañía ya ha desarrollado varias aplicaciones basadas en Aura, cuya carta de presentación es, con voz femenina, la siguiente: “Hola, soy Aura, la inteligencia artificial de Telefónica. He nacido para ayudarte a gestionar tu vida digital con Telefónica de una manera natural y sencilla”.
Revoluciones Industriales. La Cuarta, la actual, es diferente y mucho más disruptiva para los humanos
Entre 1820 y 1990, la proporción de los ingresos mundiales que se destinó a las naciones ricas de hoy se disparó del veinte por ciento a casi setenta. Desde entonces, esa proporción ha caído en picado a donde estaba en 1900. Como explica Richard Baldwin -economista experto en globalización y nuevas tecnologías-, esta inversión de la fortuna refleja una nueva era de globalización que es drásticamente diferente de la anterior: máquina de vapor, electricidad y computación e Internet.
En la década de 1800, la globalización avanzó cuando la potencia del vapor y la paz internacional redujeron los costes de trasladar mercancías a través de las fronteras. Esto desencadenó un ciclo de autoalimentación de la aglomeración industrial y el crecimiento que impulsó a las naciones ricas de hoy al dominio mundial económico, militar y del comercio.
Esa fue la Gran Divergencia.
La nueva globalización está impulsada por la tecnología de la información digital (TIC/Telco/Digital), que ha reducido radicalmente el coste de trasladar ideas a través de las fronteras. Esto ha hecho factible que las empresas multinacionales trasladen el trabajo intensivo en mano de obra a los países en desarrollo. Con el consiguiente enfado y decepción de los trabajadores del Primer Mundo, que se quedan sin trabajo. Pero, para mantener todo el proceso de fabricación sincronizado, las empresas también enviaron sus conocimientos de marketing, gerenciales y técnicos al extranjero, junto con los puestos de trabajo deslocalizados. La nueva posibilidad de combinar la alta tecnología con los bajos salarios impulsó la rápida industrialización de un puñado de naciones en desarrollo (China, India) y la desindustrialización simultánea de las naciones desarrolladas (España es buen ejemplo de ello, desgraciadamente). El resultado es la Gran Convergencia de hoy.
Debido a que la globalización ahora está impulsada por el rápido cambio tecnológico y la fragmentación de la producción, su impacto es más repentino, más selectivo, más impredecible y más incontrolable. Como muestra “The Great Convergence”, la nueva globalización presenta a las naciones ricas y en desarrollo, por igual, desafíos políticos sin precedentes en sus esfuerzos por mantener un crecimiento estable y la cohesión social.
Robots versus Trabajadores. Cómo sobrevivir en un mundo de globalización virtual
La automatización, la inteligencia artificial y la robótica están cambiando nuestras vidas rápidamente en los países desarrollados, pero la disrupción digital va mucho más allá de lo que creemos. En “The Globotics Upheaval”, Richard Baldwin, uno de los principales expertos en globalización del mundo, explica que el crecimiento exponencial en las capacidades de computación (Ley Moore), transmisión y almacenamiento, también está creando una nueva forma de globalización «virtual» que podría socavar los cimientos de la prosperidad de la clase media en el mundo occidental.
Cuando la tecnología permite que personas con talento de todo el mundo tengan una presencia virtual en cualquier oficina, los cientos de millones de personas que hasta ahora han estado protegidas por sus habilidades, ya no tendrán tan asegurado su puesto de trabajo. ¿Qué medidas tomarán las personas y los gobiernos en respuesta a un cambio económico y cultural tan tectónico?
Mirando hacia atrás, a las tres revoluciones industriales anteriore, y utilizando los desarrollos tecnológicos modernos como una lente a través de la cual ver el futuro, podemos examinar estos y otros temas problemas que, tarde o temprano, serán importantes para todos y cada uno de nosotros.
Somos testigos, coprotagonistas, beneficiarios o víctimas de un cambio tecnológico perturbador. Tener conocimientos básicos sobre inteligencia artificial y economía será básico para sobrellevar el futuro laboral porque entenderemos mejor las dos fuerzas principales que configuran nuestro mundo: la globalización y el cambio tecnológico. Necesitamos tener información actualizada -en un entorno en que la economía y las TIC se mueven a la velocidad de la luz- sobre el impacto a medio y largo plazo que la globalización y la inteligencia artificial tendrán en los trabajadores… Necesitamos una visión convincente del futuro del trabajo y los desafíos futuros, mientras aún disponemos de tiempo para prepararnos.
Los líderes de la Digitalización nos presentan dos tendencias que prometen alterar el mundo del trabajo de la clase media en las economías ricas. Una es la competencia de la «Inteligencia Remota» o, en otras palabras, una oleada de trabajadores bien formados y con talento en países como China e India, cada vez más capaces de competir con profesionales (mejor pagados que chinos e indios) en la OCDE. La otra es la competencia de IA, cada vez más capaz de competir con los humanos. El ordenador de IBM Watson logró derrotar en febrero de 2011 al entonces campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov. Y ganó concursos de “trivial” en la televisión americana (“Jeopardy”, 2014). Hoy, en febrero de 2019, esos “juegos, “son juegos de niños”.
Ante los robots y la inteligencia artificial los humanos tenemos algo muy valioso en el know-how y la experiencia obtenida del contacto cara a cara en lugares específicos con personas concretas. En cualquier caso, es claro que la formación a todos y todas por parte de las empresas tecnológicas es una obligación ética y moral. Al igual que la formación continua proactiva de los trabajadores no debe ser dejada de lado. A partir de ahora habrá que estar estudiando siempre y actualizar conocimientos para no quedarse atrás.
Porque la conclusión es que la interrupción del trabajo en el extremo menor y más lento de la gama de posibilidades tendrá un profundo impacto en el medio de vida de las personas. Deberíamos estar preparándonos. Puede argumentarse, por ejemplo, a favor de la flexiguridad al estilo de Dinamarca, con la facilidad de ser despedido compensado por una importante indemnización y capacitación de transición, o incluso por frenar el ritmo del cambio al hacer más difícil despedir a las personas (a pesar de la evidencia de que esto contribuye a las altas tasas de desempleo). Con la necesidad de prepararse, y de implementar políticas mucho más efectivas de lo que fue el caso en las fases anteriores de desindustrialización y automatización, es seguramente imposible estar en desacuerdo.
La automatización, la inteligencia artificial y la robótica están cambiando nuestras vidas rápidamente, pero la interrupción digital va mucho más allá de lo que creemos. Richard Baldwin, uno de los principales expertos en globalización del mundo, sostiene que la velocidad inhumana de esta transformación amenaza con aplastar nuestra capacidad de adaptación. Cuando la tecnología permite que las personas de todo el mundo tengan una presencia virtual en cualquier oficina, los robots perturbarán la vida de millones de trabajadores cualificados, mucho más rápido que la automatización, la industrialización y la globalización en los siglos anteriores.
¿Qué medidas tomarán las personas y los gobiernos en respuesta a un cambio económico y cultural tan fuerte? ¿Cómo evitamos la perspectiva de socavar los fundamentos mismos de la prosperidad? Si bien los cambios son ahora inevitables, hay estrategias que la humanidad puede usar para adaptarse a este nuevo mundo, empleando las habilidades indispensables que ninguna máquina puede copiar: la creatividad y el pensamiento independiente. Debemos prepararnos para la ola que se aproxima de la mano de obra robótica avanzada.
Formación, formación, formación…
Jorge Díaz-Cardiel. Socio director general de Advice Strategic Consultants. Economista, Sociólogo, Abogado, Historiador, Filósofo y Periodista. Autor de más de mil de artículos de economía y relaciones internacionales, ha publicado una veintena de libros.
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