Conecta con nosotros

Opinión

Bienvenidos al año 2030

Publicado el

A todos nos gusta imaginar futuros más o menos improbables. Queremos saber cómo será el mundo en los próximos diez, quince o cincuenta años, y aunque por supuesto que somos capaces de expresar visiones diferentes, es curioso notar como casi todas coinciden en dibujar escenarios en los que los robots y las inteligencias artificiales dominan el planeta. También lo es que a medida que nos acercamos a esas fechas, descubrimos casi atónitos cómo aún estamos muy lejos de desarrollar esos humanoides inteligentes que supuestamente deberían convivir con nosotros, o que aún no hemos inventado los coches que vuelan.

Progresamos por supuesto. Pero no a la velocidad que nos pide nuestra imaginación desbocada. Sirva esta introducción para poner en contexto el último informe publicado por Lumen, que se adentra en un año 2030 en el que el Internet de las Cosas, la medicina inteligente y las distintas realidades (virtual, aumentada), forman parte de nuestra vida cotidiana. Veamos qué panorama nos presenta con los datos disponibles en estos momentos.

La cuarta revolución industrial llega a su apogeo

La industria conectada, o la cuarta revolución industrial, como algunos expertos quieren llamarla, se encuentra en pleno apogeo. La sensorización de toda la cadena de producción ha eliminado las tareas más pesadas y repetitivas, que ahora se automatizan, dando lugar probablemente a una semana laboral más corta y facilitando el desarrollo de profesiones altamente “creativas”.

Para que esto sea posible, nuevas aplicaciones de Inteligencia Artificial, Machine Learning, Internet de las Cosas (IoT), y robótica, han conseguido modelar un nuevo tipo de puesto de trabajo. Lumen imagina en este sentido, que los trabajadores de oficina ya no tienen que desarrollar tareas aburridas como la introducción de datos o la revisión de documentos, ya que las nuevas soluciones tecnológicas serán capaces de comprender contenidos complejos no estructurados y procesarlos con eficacia.

En la industria pesada, esas mismas soluciones aplicadas a la robótica, permiten liberar a los seres humanos de las tareas más repetitivas, peligrosas y sujetas a accidentes. Muchas fábricas son ya completamente autónomas, contando con solo algunas personas que controlan que las operaciones se desarrollan correctamente.

Con el desarrollo del IoT y de las soluciones de edge computing que lo acompañan, el CPD o incluso el cloud, han dejado de ser esos grandes espacios centralizados de procesamiento de datos, para dar paso a estructuras mucho más ágiles, siempre cercanas del lugar en el que se origina la información, minimizando o eliminando por completo la latencia y habilitando así nuevas posibilidades de toma de decisiones en tiempo real.

Al mismo tiempo, se ha simplificado al máximo el acceso a tecnologías que facilitan el desarrollo de gemelos digitales, lo que ayuda a las empresas a predecir con precisión cómo funcionarán los cambios en procesos de negocio, sistemas, e infraestructura tecnológica.

Desaparecen profesiones, aparecen nuevas oportunidades

¿Tiene razón por lo tanto los que aseguran que con la automatización van a desaparecer puestos de trabajo? Para bien o para mal, Lumen coincide en apuntar que esto probablemente va a pasar y en aras de rebajar costes, no van a ser pocas las compañías que van a eliminar muchas de las posiciones que exijan una menor cualificación profesional.

Sin embargo y esto en nuestra opinión es mucho presuponer, la multinacional imagina un escenario que gracias a amplia adopción de tecnologías de realidad virtual y realidad aumentada, mejora sustancialmente la formación de los empleados, que de esta forma pueden aspirar a mejores puestos o reorientar su carrera hacia nuevos nichos de mercado, como el cada vez más importante sector de las energías renovables, o precisamente, el mantenimiento de todo tipo de infraestructuras tecnológicas.

Esta sensorización no se limitará sin embargo al ámbito industrial y si se ponen los medios, veremos cómo crece con rapidez en el sector agrario. Implementando sensores específicos para los distintos cultivos, los agricultores monitorizan en tiempo real las condiciones del suelo y el clima, por lo que toman decisiones mucho más informadas que les permiten aumentar los rendimientos y mejorar la productividad.

De forma similar, drones asistidos con tecnologías de IA les ayudan a controlar extensiones enormes de terreno, a la vez que se ponen a disposición de grandes empresas de infraestructuras a la hora de estudiar redes de tendido eléctrico o conducciones de agua o gas, identificando posibles problemas técnicos.

De vuelta a la ciudad, observamos como el concepto de vehículo en propiedad ha desaparecido casi por completosiendo sustituido por grandes flotas de vehículos autónomos o semi-autónomos que recorren todo tipo de rutas establecidas y que podemos reservar con una App.

En el caso de accidente, descubriremos que la atención médica se ha hipertensión-especializado y personalizado tomando como base el genoma de cada persona, que ha sido secuenciado en el momento de nacer y que se guarda en un espacio completamente privado y de forma ultrasegura.

En combinación con las aplicaciones predictivas basadas en la IA, los médicos pueden determinar con precisión qué medicamentos funcionarán mejor en cada caso y qué enfermedades puede padecer un paciente en el futuro. La telemedicina está a la orden del día y prácticamente han desaparecido las visitas físicas al hospital.

Así podríamos seguir, durante muchos párrafos más, desgranando ese futuro hipertecnológico e idealizado en el paper de Lumen. ¿Qué nos parece? Que si al menos aciertan en el 30% de estas predicciones, no lo habrán hecho nada mal.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

Lo más leído