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FTX: el gigante con pies de barro que se desplomó en menos de un mes

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FTX: el gigante con pies de barrio que se desplomó en menos de un mes

Hace poco más de un mes, la vida sonreía a Sam Bankman-Fried y al resto de directivos de FTX. Pero particularmente al primero. Todavía no tenía 30 años, y ya había creado un gigante de las criptomonedas: nada menos que el segundo mayor mercado de compraventa de criptoactivos del mundo, FTX. Además, tenía montado un impero que según Forbes superaba los 20.000 millones de dólares. Experimentando desde que era estudiante con las criptomonedas y el trading, utilizó las deficiencias encontradas en los mercados de intercambio que utilizaba para crear el suyo.

Paralelamente, con la compraventa de activos su fortuna fue creciendo a la par que su prestigio y la valoración de su empresa, de la que se convirtió en CEO. El pasado mes de octubre, Sam Bankman-Fried tenía una fortuna neta de 10.500 millones de dólares. Pero el 8 de noviembre, en medio de la enorme crisis de solvencia que sufrió FTX, perdió más de 990 millones en un día, la mayor caída de una fortuna personal en un solo día. Y para el 11 de noviembre, ya no le quedaba nada. ¿Qué había pasado?

La crisis de FTX

Todo comenzó con varios rumores, y en medio de ellos, Binance. Hacia finales del mes de octubre empezó a haber rumores de que las cuentas de una compañía hermana de FTX, Alameda Research, no estaban muy claras y que tenía un problema de liquidez bastante grave, por su dependencia de tokens considerados como no líquidos. Como el FTT, desarrollado por FTX. Ante los rumores, el CEO de Binance,

El acuerdo llega apenas una semana después de que varias fuentes señalasen que había preocupaciones por los balances de cuentas de la compañía hermana de FTX, Alameda Research (también propiedad en su mayoría de Bankman-Fried), por su fuerte dependencia en tokens no líquidos. Entre ellos la propia FTT.

La situación empeoró cuando ya a primeros de noviembre, el CEO de Binance, Champeng Zhao (CZ), señaló que iba a vender todos sus activos en la criptomoneda FTT. Este directivo señaló que había tomado esa decisión al saber que una buena parte de lo que tenía Alameda Research era inversiones en FTT, porque ya había aprendido de lo que sucedió con Luna. También le envió un mensaje a Bankman-Fried, señalando que no iban a apoyar a quienes hacen lobby contra otros miembros destacados del sector a sus espaldas.

Esto fue el pistoletazo de salida para el descenso en picado del prestigio y la consideración de FTX. A primera hora del martes 8 de noviembre, los clientes de FTX, que estaba retirando fondos del mercado en masa, empezaron a quejarse de problemas para seguir sacando su dinero de la empresa. Los inversores habían retirado ya muchos Bitcoin en menos de 24 horas de la compañía. Tantos, que su saldo cayó de 20.000 bitcoin a uno solo, que era lo que tenía FTX el día 8 de noviembre.

La crisis de liquidez, entonces, amenazaba con llevarse por delante no solo a FTX, sino también los ahorros de sus clientes. Mientras tanto, las criptomonedas empezaban a perder valoración, y poco después, el CEO de Binance y Sam Bankman-Fried anunciaron que Binace y FTX habían llegado a un acuerdo para que la primera comprara el segundo. Eso sí, pendiente de una revisión de las cuentas y los libros de la compañía. Todo parecía haber quedado en un susto y Bankman-Fried aseguraba que los clientes estaban protegidos.

Pero cómo sería el desaguisado que se encontraron los directivos de Binance cuando empezaron a revisar las cuentas de FTX que menos de 24 horas después se habían retirado del acuerdo de compra. El pánico se apoderó entonces de los inversores en criptomonedas, y mientras FTX caía sin remedio y sus inversores y clientes comenzaban a hacerse a la idea de que lo habían perdido todo, el resto de criptomonedas veía caer en picado su valor por el efecto contagio.

Mientras tanto, Bankman-Fried intentaba salvar los muebles asegurando que iba a iniciar una recogida de fondos para salvar la compañía y los depósitos de los clientes la siguiente semana. Pero no llegó a hacerlo. Ese mismo viernes 11 de noviembre, Sam Bankman-Fried solicitaba la declaración de bancarrota para todas las empresas del grupo FTX y dimitía de su puesto en la compañía.

Nada era lo que parecía

Mientras los inversores se resignaban a perder la inversión en FTX, poco a poco empezaba a destaparse la verdad sobre Sam Bankman-Fried, cuya imagen real distaba mucho de ser como la proyectaba. Hasta la caída de su empresa todos pensaban que se trataba de una especie de gurú que vivía de forma bastante austera (eso sí, en Bahamas), y que se movía por la isla con un coche del montón. Pero la realidad era otra.

El directivo había comprado numerosas propiedades de lujo en el archipiélago, y vivía a todo tren con los directivos de la empresa y la CEO de Alameda Research. Los primeros detalles de su tren de vida empezaron a hacerse públicos cuando empezaron a salir a la venta sus propiedades. Entre ellos, un lujosos ático en una de las zonas más exclusivas de Nassau, capital de Bahamas. En concreto, en el resort de lujo Albany Towers.

Además, según Reuters, tanto Sam Bankman-Fried como sus padres y el resto de directivos de FTX habían comprado diversas propiedades en Bahamas en los últimos dos años. Son al menos 19, y la suma de ellas tiene un valor que ronda los 121 millones de dólares.

Mientras todo esto empezaba a hacerse público, empezaron las especulaciones sobre el paradero de Bankman-Fried, del que muchos decían que estaba intentando escapar a Dubai, lo mismo que el resto de directivos de FTX. Lo cierto es que las autoridades de Bahamas lo retenían en Nassau, y bajo «vigilancia especial» en su ático. Mientras, la Comisión de Valores de Bahamas suspendió el registro de FTX y congeló los activos ligados a la compañía. Además, la división de delitos financieros de la zona está trabajando con la Comisión de valores de Bahamas para esclarecer los hechos.

Paralelamente, en estados Unidos se han abierto varias investigaciones a FTX, entre dudas más que razonables por la gestión de la compañía y el uso dudoso que el ya ex CEO de FTX ha hecho de los fondos y depósitos de sus clientes, entre otras cosas para inyectar fondos a Alameda Reseach, pero puede que también en beneficio propio.

La principal investigación al respecto la está desarrollando la Comisión del Mercado de Valores y el Departamento de Justicia. Es probable que además, Bankman-Fried y el resto de directivos de FTX tengan que enfrentarse a una demanda colectiva interpuesta por sus antiguos clientes, a causa de las pérdidas que les han ocasionado.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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