Internet of Things: más posibilidades para tu empresa

Los proyectos de IoT en el mundo empresarial hace tiempo que salieron de las instalaciones físicas de la empresa. Ya no solo se instalan sensores y equipos conectados en fábricas y oficinas. De hecho, es posible encontrarlos prácticamente en cualquier parte. Desde quioscos y puntos de información turística conectados hasta infraestructuras dedicadas al suministro de energías “verdes”, pasando por sistemas de videovigilancia. Y son omnipresentes en las llamadas ciudades inteligentes (smart cities).

Para que estos proyectos se hagan realidad, es necesario que las empresas e instituciones que los implantan tengan en cuenta diversos factores. No sólo relacionados con el hardware y la infraestructura que necesitan para su despliegue. También tienen que considerar la conectividad que utilizarán para enviar la información a un punto de control, o para que los dispositivos conectados reciban datos.

En todos los casos es necesario desarrollar sistemas de IoT que consigan que los datos que recogen y reciben sus dispositivos estén siempre disponibles. Pero también que los equipos de TI encargados de su puesta en marcha y mantenimiento puedan actuar de manera inmediata para solucionar los problemas que puedan surgir.

Para conseguirlo es imprescindible contar con una conectividad móvil rápida, 5G o LTE. Es un elemento crítico para que un proyecto de IoT pueda superar los límites de lo local, y se extienda tanto como sea necesario, a través de una red WAN (Wide Area Network).

El IoT puede ampliarse tanto como le permitan la conectividad utilizada para su despliegue y gestión. Pero también lo que le permita la seguridad de los datos recogidos por el sistema. Por eso es necesario valorar diversos factores. Solo así se conseguirá elegir las soluciones más adecuadas para desplegar sistemas de IoT de alcance amplio.

Tipos de implementación de IoT y factores a tener en cuenta

Hay tres tipos de implementación de sistemas de Internet de las Cosas: integrada no configurable, integrada configurable e IoT ágil. En función de las necesidades de cada proyecto, se pueden configurar mediante conectividad WAN inalámbrica o por cable.

En cualquiera de estos dos casos, y de los tres tipos de implementación, hay que tener en cuenta varios factores: la fiabilidad de la red, indicada por su tiempo de actividad; su rendimiento; el coste de los planes de datos necesarios para habilitar la conectividad; la gestión de la red; y su flexibilidad, con base en disponibilidad de la red y la movilidad.

Los dispositivos necesarios para una implementación de IoT integrada no configurable no necesitan ni capacidad de computación ni opciones de configuración y ajustes. Se pueden integrar en espacios reducidos y suelen tener capacidad de conexión inalámbrica sencilla de baja potencia, como RFID o Bluetooth.

La implementación de sistemas de IoT con conectividad integrada configurable es la que habitualmente se usa en casos especializados, que además se despliegan en espacios reducidos. De hecho, su conectividad ya suele estar integrada en los circuitos de la solución de Internet de las Cosas utilizada.

Eso sí, los productos que se utilizan en estas instalaciones, aunque incorporan funciones avanzadas de configuración y gestión, no son ni modulares ni pueden actualizarse. Tampoco tienen capacidad de enrutamiento. Estos sistemas con conectividad se usan en equipos de fabricación, equipos para TPVs o contadores de energía.

Si hay algo más de espacio para integrar dispositivos de IoT en los puntos en los que se despliega el sistema se pueden utilizar otros dispositivos de mayor tamaño y prestaciones. Como gateways o routers inalámbricos en el edge. En este caso, pasaríamos al tipo de instalación de IoT conocido como instalación de IoT ágil con funciones avanzadas. Justo el que se utiliza en los casos que hemos mencionado: quioscos y puntos de información, señales digitales y edificios inteligentes. También en la obtención y envío de datos que pasan de redes LAN a WAN: vehículos de flotas, tiendas, etc.

La diversidad de dispositivos, con variedad de sistemas operativos, capacidades de procesamiento y niveles de seguridad, crea un panorama diverso y complejo muy atractivo para ciberdelincuentes. Con un flujo constante de datos, la seguridad en la red se vuelve aún más crucial en este contexto, pues deben protegerse estos datos durante la transmisión y el almacenamiento.

Las soluciones de seguridad de nivel empresarial son esenciales para proteger eficazmente los dispositivos IoT. Estas soluciones incluyen cortafuegos avanzados, sistemas de detección de intrusiones, cifrado de datos y autenticación robusta. La implantación de estas medidas de seguridad no solo protege los datos en tránsito, sino que también ayuda a evitar intrusiones en los dispositivos IoT, impidiendo así la manipulación no autorizada de toda la red mediante movimientos laterales. MiFi y otras soluciones de nivel de consumidor no proporcionan la seguridad de nivel empresarial necesaria para mantener los dispositivos de terminales protegidos de los ataques cada vez más sofisticados de piratas informáticos expertos.

¿Cómo tiene que ser un router ágil de IoT para redes de empresa?

Para desplegar una instalación de IoT ágil es necesario utilizar uno o varios routers móviles con unas características muy concretas. La primera es que tienen que ofrecer una gestión que sea altamente escalable.

La segunda, y una de las más importantes, es que tienen que contar con un nivel de seguridad alto, que permita un despliegue seguro del IoT y proteger la superficie de ataque de la red. En algunos casos será conveniente utilizar un diseño con varias redes aisladas, cada una con su router, y capas de aplicaciones de seguridad que las protejan.

El tamaño de los routers ágiles de IoT también es relevante, porque a veces no hay mucho espacio para colocarlos. Además hay que procurar que su firmware pueda actualizarse. Y si la red va a estar en exteriores, es imprescindible contar con un modelo con conectividad integrada y protegido contra los efectos de la lluvia, el calor y el frío.

También hay casos en los que será necesario elegir routers con la potencia de proceso y memoria necesarios para trabajar en Edge computing. Eso sí, todos los modelos de routers ágiles de IoT para redes WAN de empresa tienen que tener una plataforma de gestión cloud adecuada para supervisar y cambiar su configuración de manera centralizada, así como para solucionar problemas de conectividad en remoto.

El Edge computing  está tomando cada día más relevancia en los despliegues de IoT, ya que permite acometer proyectos con requerimientos muy variados y que sigan ejecutándose incluso si no hay conectividad temporalmente. Además de reducir la latencia y resultar esencial para aplicaciones como la videovigilancia y la monitorización de pacientes, en muchas ocasiones se precisa que los dispositivos IoT carecen de la potencia de procesamiento y memoria necesaria para ejecutar scripts avanzados.

Para abordar este desafío, las organizaciones pueden optar por routers diseñados específicamente para soportar contenedores ligeros y kits de desarrollo de software (SDK) adaptados a Edge computing. Esto permite una gestión más efectiva de la conectividad WAN y de las cargas de trabajo de los contenedores a lo largo de toda la infraestructura, garantizando un rendimiento óptimo en entornos de IoT.

Como hemos visto, IoT ha pasado a un primer plano como factor de cambio para las empresas. Con una planificación detallada, un ojo puesto en la seguridad y una solución todo en uno que simplifique la gestión incluso para equipos de TI reducidos, las empresas pueden seguir ampliando su potencial a través de un mundo de dispositivos conectados, y las soluciones de Cradlepoint se configuran como clave para el éxito en su implementación.

Cradlepoint ofrece la libertad de conectar a personas, lugares y cosas en cualquier lugar. Corporaciones y entidades del sector público confían en Cradlepoint y su inteligencia móvil para construir una red fiable y segura allá donde la necesiten y, así, conectar dispositivos IoT, emplazamientos fijos y temporales, vehículos y empleados remotos. Desde 2020, Cradlepoint es parte de Ericsson.

Firmado: Daniel Morros, Sales Engineer en Cradlepoint Iberia