Estados Unidos quiere impedir que Huawei pueda producir sus chips Kirin

No es la primera vez que hablamos de un cambio normativo con el que Estados Unidos busca impedir a Huawei el acceso a fábricas de semiconductores para producir sus chips Kirin, pero hasta ahora no teníamos una confirmación definitiva de este movimiento por parte de la Administración Trump.

Desde Reuters nos cuentan que el Departamento de Comercio de Estados Unidos ha presentado una nueva normativa que exigirá la solicitud de licencias a todos aquellos fabricantes de semiconductores que utilicen maquinaria de origen estadounidense, TSMC es una de ellas, y que quieran suministrar chips a Huawei.

Esto significa que si TSMC quiere seguir suministrando chips a Huawei tendrá que pedir permiso a Estados Unidos. Si no lo hace, podría enfrentarse a sanciones por parte de este país que podrían limitar su capacidad de exportación y afectar también a su libertad para comprar nueva maquinaria y equipamiento. Sí, podría ser bastante caótico.

Un alto funcionario del Departamento de Comercio de Estados Unidos ha sido tajante:

«Esta acción pone a Estados Unidos primero, a las compañías estadounidenses primero, y a la seguridad nacional estadounidense primero».

La nueva normativa está vigente desde hoy, pero tiene un periodo de gracia de 120 días. TSMC, que tiene previsto abrir una planta de fabricación de semiconductores en Estados Unidos, ha dicho que está estudiando el impacto legal de esta nueva medida con sus abogados, y que adoptará los cambios que sean necesarios para poder cumplirla.

China ha confirmado que está preparada para tomar las medidas oportunas contra gigantes estadounidenses del calibre de Apple, Cisco Systems, y Qualcomm, a las que podría imponer fuertes restricciones e incluirlas en su propia lista negra. También ha amenazado con suspender la compra de aviones a Boeing.

Está claro que se avecina un importante tira y afloja entre Estados Unidos y China, y que Huawei ha tenido la mala suerte de estar «en el medio». La compañía ha jugado muy bien sus cartas, y esto le ha permitido convertirse en un gigante tecnológico mundial que está listo para liderar la transición al 5G, un movimiento tan importante que resulta clave para el futuro de las telecomunicaciones y de buena parte del sector tecnológico en un ciclo aproximado de 10 años.

Que China lidere una transición tan importante no ha sido plato de buen gusto para la Administración Trump, que no ha dudado en aplicar medidas cuestionables a Huawei y a plantearse la utilización del veto a la compañía como una moneda de cambio en una guerra comercial contra China que, como sabemos, aún está lejos de acabar.