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Los detalles del programa secreto de Uber, Greyball

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Estos últimos días estamos escuchando que Uber ha estado empleando, durante bastante tiempo, un sistema diseñado ad hoc para eludir a los agentes de la autoridad que, de una u otra manera, podrían intentar identificar a conductores del servicio, con el fin de comprobar si están desarrollando algún tipo de actividad comercial. Y es que, como ha sido noticia estos últimos tiempos, algunos servicios de Uber han sido prohibidos en no pocas ciudades, por lo que si las autoridades comprueban que, pese a ello, siguen operando, la compañía podría enfrentarse a ciertos problemas legales. Ahora bien, ¿en qué consiste ese sistema llamado Greyball?

Su función es detectar posibles agentes que pretendan emplear los servicios de Uber para, de esta manera, proceder posteriormente a su sanción (a este respecto hay que recordar que, a diferencia de lo que ocurre en España, en Estados Unidos las autoridades sí que pueden inducir la comisión de un delito y, a continuación, actuar frente al mismo). ¿Y en qué se basa para intentar averiguar si un potencial usuario es, en realidad, un agente de la ley?

  • Uso anómalo de la app: Por norma general, cuando abrimos una app del móvil es porque deseamos emplearla. Por lo tanto, si Greyball detecta que un usuario abre y cierra la app en múltiples ocasiones, sin llegar a contratar un servicio, marca al usuario como sospechoso de ser una agente y, por lo tanto, lo identifica como «peligroso».
  • Zonas «peligrosas»: Mientras que los taxistas rondan de manera habitual los edificios oficiales, ya que suelen ser una fuente de bastante trabajo, Greyball identifica esas construcciones y sus inmediaciones como extrañas, y duda de los usuarios que piden algún servicio desde dichas ubicaciones. Dicho de otra manera, para Uber es más seguro un poblado de compra-venta de drogas que las inmediaciones de una comisaría.
  • Bases de datos de tarjetas de crédito: Hay bases de datos de prácticamente cualquier cosa, a la venta en Internet. Otra cosa es que estas sean legales o ilegales, claro… el caso es que el sistema de Uber utiliza bases de datos en búsqueda de tarjetas de crédito que puedan ser de agencias o cuerpos policiales estadounidenses. De esta manera, si detecta que un usuario se registra con una de ellas, ese usuario no podrá emplear el servicio.
  • Números de teléfono «baratos»: Cualquier aficionado a películas y series de espionaje habrá visto que las agencias son dadas a comprar «paquetes» de números de teléfono a bajo precio, teléfonos que luego emplean en todo tipo de operaciones. Los empleados de Uber revisan, de manera regular, «tiendas» en las que de venden ese tipo de números de teléfonos por bloques, y cruzan los datos de las mismas con sus bases de datos de usuarios.
  • Redes sociales: En el momento en el que Greyball identifica a un usuario como sospechoso, automáticamente los empleados de la compañía proceden a buscarlo en redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, etcétera), para intentar averiguar algo más sobre el mismo, especialmente indicios que confirmen las sospechas de si se trata de un agente público.

La gran pregunta, ahora, es si Greyball es legal o, por el contrario, Uber ha incurrido en algún tipo de ilícito. Todo suena bastante feo, desde luego, y si realmente han empleado bases de datos de tarjetas de crédito, habría que analizar con lupa cómo han obtenido las mismas, y si su simple uso no constituye ya un delito. En cualquier caso, lo que sí que está claro es que la ya maltrecha imagen de Uber en las administraciones públicas no saldrá especialmente bien parada de este episodio. Y esto le puede pasar más factura de lo que piensa, pues en muchos casos son, precisamente, esas administraciones las que tienen en su mano regular las condiciones en las que se puede, o no, prestar ese servicio.

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