Opinión
Elección, no compromiso: lo mejor de los dos mundos
Hoy en día, las empresas pueden pensar que necesitan comprometerse para cerrar la brecha existente entre el almacenamiento de datos en la nube o en sus premisas locales. Esta es una división que aparece en el contexto de la creciente necesidad imperativa de aportar movilidad a las aplicaciones empresariales, impulsadas por el desarrollo de la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y el análisis de datos.
Si bien cada enfoque conlleva sus propios beneficios, cuando hablamos de infraestructura de TI lo que las organizaciones realmente necesitan es flexibilidad y posibilidad de elegir. Las cargas de trabajo y las aplicaciones deben estar en el lugar que sea más conveniente. La elección de la infraestructura se debe basar en los objetivos comerciales y no debe estar limitada por las posibilidades de la tecnología o por el lugar donde esté la información ubicada. Es por ello que aquí la flexibilidad es la clave: los objetivos comerciales cambian con el tiempo y las organizaciones necesitan la libertad de ajustarse y adaptarse cuando sea necesario.
Superando las barreras de la nube híbrida
La solución obvia es un enfoque híbrido. Dicho esto, es más fácil decirlo que hacerlo, y este enfoque plantea muchos desafíos. En primer lugar, la mayoría de las aplicaciones empresariales se ejecutan en las instalaciones propias, y migrarlas a la nube puede ser complicado. De la misma manera, la mayoría de aplicaciones que se ejecutan en la web están integradas en la nube, por lo que migrarlas a las instalaciones propias puede ser igualmente difícil. Las organizaciones actuales no pueden permitirse interrupciones ni tiempos de inactividad, lo que hace que el movimiento ágil y continuo entre diferentes nubes sea una necesidad imprescindible para las empresas. Además, el almacenamiento on premise y en la nube tienen diferentes características y diferentes APIs, por lo que el desarrollo de aplicaciones que se ejecuten a la perfección en los dos lugares es casi imposible.
Requisitos modernos
Por si estas barreras no dieran suficientes quebraderos de cabeza a las empresas, existe además una complejidad adicional a la que tienen que enfrentarse todas las organizaciones modernas. Los datos se consideran ahora la «nueva moneda» de las compañías, pero mantenerlos bajo control y usarlos en su totalidad no es una tarea fácil. Para dar un poco de contexto, según IDC, el volumen de datos generado por el Internet de las cosas (IoT) en 2025 tendrá el mismo tamaño que TODOS los datos creados en 2020. Esto es un volumen de datos inmenso que determinará las necesidades de las infraestructuras de las empresas. Las organizaciones deberán tener la capacidad de mover fácilmente una aplicación nacida en la nube a un entorno alojado en las instalaciones propias (o viceversa) cuando estos datos dicten un conjunto de requisitos distintos.
Sin embargo, en la actualidad las compañías se ven obligadas a comprometerse en una dirección, en lugar de tener la capacidad y la agilidad para diseñar una infraestructura que funcione para ellas.
Ya no es necesario elegir entre una solución u otra… Trabajar con ambas opciones es posible
Afortunadamente los tiempos están cambiando y pronto las empresas ya no tendrán que comprometerse en una sola dirección. Estamos entrando en la era de la suma y no de la eliminación.
En la actualidad hay soluciones disponibles para que las empresas saquen el máximo provecho de las distintas nubes: ninguna empresa debe verse obligada a comprometerse con una sola solución. Las características que las organizaciones podrán aprovechar incluyen:
Posibilidad de construir todo tipo de nubes: Las organizaciones podrán crear nubes privadas locales o en entornos alojados, para proporcionar almacenamiento como servicio con el rendimiento, la disponibilidad y la facilidad de uso que los clientes se merecen.
Libertad para ejecutar las aplicaciones en cualquier lugar: Las empresas no solo podrán ejecutar las aplicaciones en entornos locales o alojados, sino que también podrán ejecutarlas sin problemas en la nube pública. Disponer de una única plataforma de almacenamiento proporcionará servicios de alojamiento, resiliencia y API homogéneos; lo que significa que las aplicaciones se crean una vez y funcionan en cualquier sitio con el modelo de nube híbrida.
Un nuevo modelo para la protección de datos: flash-to-flash-to-cloud: El disco tradicional y el modelo de copias de seguridad de datos en cinta no puede satisfacer las necesidades de la era de la nube. El tamaño de los datos está creciendo, los clientes esperan disponibilidad global y ya no es aceptable tener copias de seguridad de datos encerradas bajo llave en una caja fuerte. La combinación de flash + cloud permite a los clientes reinventar la protección de los datos, permitiendo una rápida recuperación local desde la memoria flash, así como la reutilización y conservación de datos a largo plazo en la nube a bajo coste.
Los datos son el alma de todas las organizaciones y es necesario que las empresas tengan flexibilidad para convertir estos datos en valor. La era de la división de la nube está llegando a su fin y hemos entrado en la era de la elección, que permite a las organizaciones construir una arquitectura centrada en los datos. Estos mundos ahora pueden coexistir, enlazados a la perfección con una capa de almacenamiento común, de modo que las aplicaciones y los datos puedan moverse fácilmente entre las nubes propias y alquiladas.
Este enfoque híbrido significa que las aplicaciones se pueden desarrollar una vez y se pueden implementar sin problemas en las nubes propias y alquiladas, dando a los clientes la máxima flexibilidad para convertir los datos en valor dondequiera que esos datos residan.
¿Cuál es la ventaja final para las compañías? Podrán aprovechar la agilidad y flexibilidad de un entorno híbrido para desarrollar aplicaciones con más rapidez y liberar las aplicaciones con el fin de que no estén atadas a ningún tipo de infraestructura. Por consiguiente, pueden crear una arquitectura centrada en los datos que sea adecuada para su negocio y que les ponga en el camino correcto para el éxito futuro.
Marco Blanco es country manager de Pure Storage para España y Portugal. Es licenciado en Ingeniería Informática por la Univ. Complutense de Madrid y cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector TI en España. Está especializado en la gestión de equipos y tiene una dilatada experiencia en el desarrollo, expansión y gestión de compañías tecnológicas e informáticas.
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