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Ahora sí, 2019 podría ser el año de Linux en el escritorio

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Linux es probablemente, el sistema operativo más utilizado del mundo. Servidores, smartphones, relojes inteligentes, navegadores GPS, dispositivos IoT industriales…podría parecer qué cuesta encontrar una categoría de productos tecnológicos que de una u otra forma, no estén gobernados por Linux. Y sin embargo, para desgracia de los más acérrimos defensores del software libre, el uso de Linux en el escritorio es prácticamente residual.

Con una cuota de mercado de poco más de 1%, pocos son los usuarios no ya que usen, sino que conozcan nombres de distribuciones de Linux como Ubuntu, Red Hat o Debian. Y no importa que tecnológicamente tengan muy poco que envidiar al compararse con desarrollos como Microsoft Windows o Mac OS; o que en áreas como la seguridad o la gestión de software sean superiores. Su falta de fuerza comercial, el no haber sabido llegar a acuerdos OEM y su escasa inversión en marketing ha relegado estos sistemas operativos (ojo, usados también por millones de personas) a una posición más que secundaria en el panorama dela informática personal, esto es: del que quiere un ordenador para navegar por Internet, usar aplicaciones ofimáticas, editar archivos multimedia y jugar.

De ahí que un «chascarrillo» habitual entre defensores (y detractores) de Linux, al producirse una noticia positiva sobre software libre en general y distribuciones Linux en particular, sea el de que «este es el año de Linux en el escritorio», sabiendo en el mismo momento de pronunciar esas palabras, que no lo será. Porque seamos honestos, desde que Richard Stallman y Linus Torvalds sentaron las bases de GNU/Linux (entre 1985 y 1991) y hasta la actualidad, nunca ha sido el año de Linux en el escritorio.

Si escribimos entonces este artículo y afirmamos que esta vez sí, que tal vez ya no haya marcha atrás, es porque hay al menos dos indicios sólidos para la esperanza. Y no, no hablamos de un nuevo desarrollo de Kubernetes o de cómo Hyperledger está transformando el mercado del blockchain

Esta misma semana Microsoft y Google, en sus sus grandes conferencias para desarrolladores, han marcado el camino a seguir para que Linux deje de ser un completo desconocido. Así que sí, Linux llega al escritorio…aunque tal vez no como a muchos les gustaría.

Windows 10 ofrecerá un Kernel Linux completo

Fue uno de los bombazos de la última Build, la conferencia de desarrolladores que Microsoft celebra todos los años: Windows 10 tendrá un kernel Linux completo. ¿Qué significa esto en realidad? Para entenderlo, tenemos que hacer un poco de historia. En un momento en que el software libre se ha convertido en núcleo principal de la mayoría de las tecnologías más punteras (coud computing, machine learning, IA, Big Data, etc.) tal vez pocos recuerden que en 2001, Steve Ballmer, por entonces CEO de Microsoft, solía afirmar que «Linux es un cáncer. Un cáncer que contamina cualquier otro software con basura hippie GPL(licencia empleada por muchos desarrollos open-source)».

Mucho ha llovido desde entonces y la llegada de Satya Nadella a la presidencia de la compañía en febrero de 2014, supuso un giro de 180 grados en la actitud de Microsoft frente a las tecnologías inspiradas por el sistema operativo del pingüino. Tanto es así que cinco años más tarde, no es completamente descabellado afirmar que la de Redmond es en estos momentos, una de las empresas que más está contribuyendo al desarrollo de este ecosistema.

Prueba de lo anterior es el anuncio en 2016, coincidiendo con el lanzamiento de Windows 10 Anniversary Update, de la primera versión de WSL (Windows Subsystem for Linux), una capa de compatibilidad que permite ejecutar algunos programas desarrollados para Linux y que posteriormente se materializó en la posibilidad de descargar desde la Windows App Store, el «esqueleto» de distribuciones como Ubuntu, OpenSuse o Debian, permitiendo la ejecución de comandos en su propia shell Bash.

El probelma es que el actual Subsistema Linux para Windows no es perfecto, ya que funciona traduciendo las API de Linux a las API del kernel de Windows NT. Además de algunas deficiencias (no hay capacidad para usar los controladores de Linux) y el rendimiento de su sistema de archivos, superpuesto al propio NTFS de Windows, es a menudo hasta 20 veces más lento que un kernel Linux real.

Es lo que Microsoft pretende resolver ahora. En lugar de emular las API del kernel de Linux en el kernel de NT, el nuevo WSL 2 ejecutará un kernel Linux completo en una máquina virtual liviana. Este kernel se recortará y se adaptará a este caso de uso particular, con un soporte de hardware reducido (ya que seguirá dependiendo del sistema operativo Windows) y un arranque más rápido. La primera versión de este WSL 2 llegará como una actualización de Windows el próximo de junio, en fase de vista previa. ¿Podremos instalar y ejecutar aplicaciones Linux como si estuvieran instaladas en Windows? Probablemente, podremos hacerlo.

Todos los Chromebooks tendrán soporte para aplicaciones de Linux

Como hemos visto, si la Build de Microsoft traía buenas noticias para los amantes de Linux, la Google I/O que se celebró unos días después, iba a recorrer el mismo camino. En este caso la noticia la dio Kan Liu, el director de gestión de productos de Chrome OS, al anunciar en la conferencial anual de desarrolladores que «todos los Chromebooks comercializados este año estarán listos para Linux en breve plazo».

Hay que tener en cuenta que pese a que en el momento de su presentación, Chrome OS era una poco más que una plataforma portátil que permitía navegar por Internet, su kernel siempre ha estado basado en Linux. Es así como estos equipos años más tarde, han conseguido ser compatibles con la instalación de aplicaciones Android y desde hace un año, con la ejecución de algunas aplicaciones linuxeras en determinados equipos.

El paso que se da ahora sin embargo va bastante más allá. Según lo anunciado, las nuevas versiones de Chrome OS ejecutarán cualquier aplicación Linux, ejecutando una distribución Debian 9.0 Strech (diseñado específicamente para los Chromebooks) en una máquina virtual.

Google asegura que arrancará en 1 segundo y se integrará con Chrome OS para que cuando se instale una aplicación Linux aparezca junto a otras aplicaciones de Chrome OS en el lanzador. También podrán ejecutarse otros Linux como Ubuntu o Fedora. La nueva implementación de Linux de Google ofrecerá una experiencia mucho más fluida, para que parezca que está ejecutando un sistema operativo y no dos que corren en paralelo.

De nuevo y como en el caso de Microsoft, el anuncio de Google es especialmente interesante para los desarrolladores, pero en realidad, cualquier otro usuario que por ejemplo quiera trabajar con aplicaciones como LibreOffice, Krita, OpenShot o incluso Firefox, podrá hacerlo sin problemas.

¿Será por lo tanto 2019 el año de Linux en el escritorio? Tal vez no, pero incluso si no lo es, nunca habrá estado tan cerca.

 

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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